Desde USTEA nos congratulamos de que parte del profesorado funcionario se una y salga a la calle para defender su acceso a la sanidad. Sin embargo, nos sorprende que esto ocurra únicamente en las manifestaciones motivadas por la falta de acuerdo entre MUFACE y las mutuas privadas. Estas empresas pretenden seguir financiándose con dinero público y presionan al gobierno para que aumente la prima un 40%. Como hemos informado en anteriores comunicados, esto supondría una aportación de 106,2 millones de euros públicos adicionales a un contrato de solo dos años.
En este contexto,con la fecha del 12 de diciembre tan cercana, Día de la Cobertura Sanitaria Universal, desde USTEA queremos recordar que, a pesar de estar sobrecargada por la infrafinanciación, la sanidad pública, junto con la educación pública, sigue siendo universal y gratuita. Ambos pilares son esenciales para garantizar la justicia social que requiere una sociedad del bienestar.
En la manifestación de este pasado fin de semana, 14 de diciembre, funcionarios y funcionarias se han movilizado para oponerse al cese de los conciertos sanitarios de MUFACE con Adeslas, DKV y Asisa. Desde USTEA animamos a reflexionar sobre esta situación y sumarse también a las mareas blancas y a las reivindicaciones continuas en defensa del sistema sanitario público, que está siendo desmantelado sin reparos, dejando a sus profesionales en una situación absolutamente devastadora.
Es fundamental recordar que MUFACE y las prestaciones que ofrece al funcionariado no van a desaparecer, tan solo está en entredicho el concierto sanitario. Sin embargo, las mutuas privadas, en virtud de sus conciertos sanitarios con el gobierno, reciben más de mil euros de impuestos por cada mutualista para su cobertura sanitaria. Esto supone una transferencia significativa de fondos públicos hacia empresas que, en casos de dolencias graves o crónicas, excluyen a los asegurados.
El sector docente, por su perfil profesional, no genera un alto coste sanitario, ya que no solemos sufrir accidentes laborales graves. La mayoría de nuestras dolencias derivan de la sobrecarga laboral que denunciamos de forma continua. Por ello, no hay justificación para el aumento de la prima exigido por Adeslas, Asisa y DKV. Los beneficios netos de Adeslas en 2023, que ascendieron a 414,58 millones de euros, demuestran que su actividad es altamente rentable. Estas cifras evidencian que no se trata de un problema de sostenibilidad, sino de una estrategia de maximización de beneficios dentro de un sistema capitalista y neoliberal, incluso a costa de la estabilidad sanitaria del funcionariado y los recursos públicos.
En este contexto, desde USTEA queremos aprovechar esta movilización para destacar la importancia de sumar fuerzas con las mareas blancas y todas las iniciativas en defensa de la sanidad pública, la cual es la base de la justicia social y el bienestar colectivo.