La Consejería de Educación ha puesto sobre la mesa un cambio sustancial en las enseñanzas de todos los niveles. A través de sendos proyectos de decreto para Secundaria y Bachillerato, se propone trasladar la evaluación extraordinaria de septiembre al mes de junio. Todo ello ha sido abordado en mesas técnicas, se ha publicado la resolución por la que se somete a audiencia e información pública (al menos para el Bachillerato) y se ha iniciado el proceso de consulta al Consejo Escolar de Andalucía.
Este asunto acarrea cambios en el calendario escolar, por lo que se modifica también el decreto 301/2009, adelantando el inicio de curso al 7 de septiembre para Educación Infantil y Primaria, así como para Educación Especial; y al 9 de septiembre para ESO, Bachillerato y Formación Profesional.
Desde USTEA no entendemos, y así se lo hemos trasladado a la Consejería en mesa, cómo se puede poner un cambio de estas dimensiones sobre la mesa y con una urgencia tan desmedida, ya que su implantación se plantea para el próximo curso, sin ofrecer más argumentos que los puramente administrativos. Se les ha pedido que publiquen los criterios que justifican esta decisión para que el profesorado lo pueda valorar convenientemente, así como que nos aporten los datos de las evaluaciones de septiembre. Si realmente se quieren incluir criterios de racionalización del calendario escolar deberían primar las consideraciones pedagógicas sobre las burocráticas, el derecho de las familias y las trabajadoras y trabajadores de los centros educativos a la conciliación y el respeto a los intereses y necesidades del alumnado ¿es acaso esta medida de la administración la solución a este problema?, ¿ se han realizado estudios desde una perspectiva pedagógica y educativa que aconsejen este cambio? Existen ya experiencias en ese sentido en otros territorios del Estado y en diversos países de nuestro entorno, que podrían aportar soluciones alternativas.
Además, este cambio normativo también afectará a nuestras condiciones laborales como docentes, ya que el inicio de las clases se adelanta, pero el proyecto de decreto deja bien claro que no pasará lo mismo con el final de curso. Las clases finalizarán el 22 de junio, a pesar de que la evaluación ordinaria se realizará, como fecha límite, el 15 de junio, teniendo que atender alumnado que ya ha sido evaluado.
Desde USTEA consideramos que esta organización del calendario para el mes de junio provocará el absentismo del alumnado, caos en las aulas y en la organización del centro y una sobrecarga de trabajo en los momentos del curso en los que el personal docente más tareas acumula.
Por todo ello, mostramos nuestro rechazo a esta nueva ocurrencia de la Consejería, que parece más preocupada por solucionar cuestiones meramente administrativas, a pesar de las repercusiones que pueda tener en los centros y en la labor docente, que por buscar soluciones para nuestro alumnado y la educación pública desde una perspectiva pedagógica y educativa.
Andalucía, 26 de noviembre de 2019