Afíliate
La Consejería ha publicado hoy una Resolución por la que somete a trámite informativo el Proyecto Decreto por el que se regula la figura y las actividades del profesorado emérito.
Desde USTEA seguimos mostrando nuestra disconformidad y nuestro rotundo rechazo al Decreto por el que se regulan las actividades y la figura del profesorado emérito.
USTEA considera que el profesorado jubilado ha cumplido con creces su papel y merece disfrutar de una jubilación plena. La renovación del sistema educativo pasa por ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones y evitar perpetuar posibles tensiones internas o barreras a la innovación. Extender su vinculación con los centros, incluso en labores de apoyo, va en contra de la lógica de un merecido descanso tras décadas de trabajo en el sistema educativo.
No obstante, somos conscientes de que la participación del profesorado en el centro puede continuar tras la jubilación de una forma orgánica participando en ciertas actividades. Establecer una norma para pautar estas colaboraciones, que parten del compañerismo y el vínculo inevitable que se crea en los claustros, tiene detrás una serie de repercusiones problemáticas que desarrollamos a continuación.
El sistema educativo necesita fomentar la entrada de profesionales con formación actualizada y nuevas perspectivas pedagógicas. La figura del profesorado emérito puede obstaculizar esta necesaria renovación, ya que incluso en roles de apoyo, su presencia podría ocupar espacios que deberían aprovecharse para dar oportunidades a docentes jóvenes que están comenzando su carrera o buscando estabilidad en el sector.
Aun en labores de apoyo, la figura del profesorado emérito puede generar confusión sobre sus roles y competencias en comparación con el personal en activo, generando posibles desequilibrios en la organización interna del centro. El hecho de que no sea una sustitución directa de docentes en activo no elimina la posibilidad de que su presencia afecte al normal desarrollo de las actividades educativas y a las relaciones dentro del claustro. Su presencia en los centros podría limitar el acceso de generaciones nuevas de profesionales a tareas de apoyo o de refuerzo que podrían constituir una valiosa experiencia laboral para ellos y ellas.
Desde USTEA señalamos que la regulación excede lo recogido en el art. 23.4 de la LEA. Por ello, si se debe desarrollar esta figura, solo se le atribuirían las funciones “A”, “K” y “L”, y, por supuesto, únicamente en la vía concreta, especificando que se aplique al último centro donde hayan estado en activo, con el acuerdo unánime del Claustro y del Consejo Escolar.
En definitiva, la jubilación debería marcar el fin de una etapa y el inicio de otra. Prolongar la vinculación del profesorado emérito con los centros, aunque sea en tareas de apoyo, puede dar la sensación de que el sistema educativo sigue apostando por una continuidad conservadora, en lugar de fomentar una transición hacia enfoques más innovadores y acordes a los retos actuales de la educación.
¡Si la Consejería entiende que más personal es positivo en los centros para la mejora de la calidad educativa le invitamos a que se siente a negociar YA un aumento serio de plantillas!
En la resolución publicada hoy por la Consejería, se proporciona una dirección a la que se pueden enviar alegaciones respecto a este proyecto de decreto. Desde USTEA, presentaremos nuestras alegaciones en la línea que hemos expuesto y os animamos a que también presentéis las vuestras: tramite.audiencia.rrhh.ced@juntadeandalucia.es
