UNA de las más importantes contribuciones de la Constitución española de 1978 fue sin duda la solución del atávico problema en torno al sistema educativo. No se trataba de una cuestión pacífica, desde luego, a la vista de los vaivenes y las contradictorias respuestas que se habían dado hasta la llegada de la joven democracia. En esta secuencia histórica predominan los periodos de evidente hegemonía de la Iglesia católica, junto a otros, siempre más limitados en el tiempo, en los que se reaccionaba desde el Estado de manera radical contra el excesivo protagonismo de aquélla, imponiendo incluso fuertes restricciones a la intervención religiosa en la enseñanza….
OPINIÓN. Gerardo Ruiz-Rico. “Constitución y segregación por sexos”
1 - septiembre - 2012 Opinión | Prensa