¡No compres esclavitud!

23 - septiembre - 2014 Sevilla

    Hoy, como otros años, recordamos que hay miles de personas – la mayoría mujeres y niñas- que están en situación de prostitución forzada. Recordamos los 4 millones de desplazamientos de personas que implican la prostitución; que ésta supone un lucrativo negocio de 7 billones de dólares anuales y la muerte en vida para las víctimas. Un negocio muy rentable, el segundo a escala mundial después del tráfico de armas.

    Este año también recordamos -ante la imposibilidad manifestada por las fuerzas de seguridad de conocer cuántas víctimas de explotación sexual hay en el Estado español- que sólo hace falta una mirada a los polígonos y carreteras, a los barrios más degradados de nuestras ciudades, a los carteles que las invaden y prometen paraísos para ellos, a esos “hipermercados del sexo”, para darnos cuenta de la magnitud de esta tragedia.

    Miles de mujeres y menores (aunque también hay hombres explotados sexualmente, la mayoría de las víctimas son del sexo femenino) son vendidas a diario como esclavas sexuales. Según el informe de la Fiscalía durante el 2012, de las 655 mujeres víctimas de explotación sexual sólo 81 se acogieron al periodo de 30 días de reflexión que contempla ley, durante el cual reciben asistencia jurídica y psicológica mientras deciden si colaboran denunciando a los responsables. Cifras ridículas frente a la magnitud de esta lacra.

    Poco han cambiado las cosas para las víctimas desde que se instauró en 1999 en Dhaka (Bangladesh) el 23 de septiembre como el Día Internacional contra la Explotación Sexual, el Tráfico y la Trata de Personas. Cada año la cifra aumenta. La crisis, las guerras, la miseria -como antes- siguen siendo fuente inagotable de víctimas. La prostitución, la trata y el tráfico de personas para la explotación sexual (pornografía, matrimonios forzados y prostitución forzada) existen porque hay hombres que compran sexo, respondiendo así a lo que se espera de ellos desde patriarcado. Un modelo social que se retroalimenta de una cultura misógina en la que juega un papel importante la pornografía, que promueve la demanda del cuerpo de las mujeres y marca el modelo de sexualidad y de relaciones entre mujeres y hombres, sometiendo a las primeras al dominio de ellos, que estigmatiza y criminaliza a las mujeres prostituidas y perjudica gravemente al conjunto de la sociedad.

    No nos olvidamos de las niñas secuestradas de Nigeria o en Mosul sometidas a la brutalidad de la violencia sexual, pero tampoco de todas y todos los menores explotados en otros países del mundo para satisfacer la demanda de “turismo sexual” de países más ricos.

    Un 90% de las personas que ejercen la prostitución son explotadas por proxenetas. La mayoría son víctimas de trata. No tienen voluntad, ni opinión, ni libertad. No han elegido ser secuestradas, engañadas, vendidas, compradas, explotadas, violadas, amenazadas, golpeadas, aisladas, asesinadas… exhibidas en calles, clubes o carreteras como muñecas rotas, con poca ropa, vejadas, arrastrando sus cadenas ante la mirada indiferente o, todavía peor, la moralina de la sociedad.

    Las redes de explotación sexual aprovechan la falta de normativa sancionadora de algunos países para introducir sus víctimas y empezar a explotarlas de forma segura, sin riesgos, ganando sumas increíbles de dinero a costa de esta vergonzante violencia, cruel e inhumana. Este es el caso del Estado español, destino preferido de las mafias de prostitución y también país de tránsito hacia otros lugares donde tampoco está perseguida. Pero lo realmente importante es que hay un 30% de la población masculina en el Estado español que es cliente asiduo de prostitución. Que compra sexo sin importarle que lo que está haciendo realmente es comprar esclavas.

    Por todo esto, desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical estamos todos los días del año radicalmente en contra de
cualquier forma de discriminación y violencia contra las mujeres, y la explotación sexual es una forma brutal y vergonzante de ésta, que la sociedad ignora o tolera. Por eso, hoy, Día contra la Explotación Sexual, el Tráfico y la Trata de Personas, la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical, manifestamos:

– Nuestro rechazo absoluto a cualquier forma de explotación y esclavitud de seres humanos. Perseguir y erradicar el tráfico de personas con
finalidades de explotación laboral y sexual tiene que ser objetivo principal de todos los estados.

– Nuestra exigencia al gobierno para que persiga y sancione a las mafias y proxenetas.

– Reivindicamos de nuevo la necesidad de una educación afectivo-sexual, basada en el respecto a la diversidad y la igualdad.

– Exigimos del gobierno la protección, la asistencia integral y la reparación de las víctimas, sin ninguna discriminación por razón de sexo, nacionalidad, raza o credo.

    Tenemos el convencimiento que para cortar con esta esclavitud de tantas mujeres, niñas y niños, hace falta visibilizar a los primeros responsables de ella: los hombres prostituidores. ¡No compres esclavitud!

Madrid, 23 de septiembre de 2014

ORGANIZACIÓN MUJERES CONFEDERACIÓN INTERSINDICAL