“Rebeldes y Transgresoras”
A lo largo de los años las mujeres que han dejado su extenso legado literario tuvieron que hacerlo, primero a escondidas, utilizando pseudónimos masculinos para que sus obras vieran la luz, nombres neutros, para evitar la etiqueta “de mujeres”. Más tarde las mujeres, consideradas ciudadanas de segunda, tuvieron la necesidad de rebelarse contra el sometimiento intelectual y moral en todos los ámbitos de la literatura: ensayistas, poetas, dramaturgas, novelistas, filósofas…
Esas escritoras se rebelaron en sus textos y sentaron las bases que han llevado a las mujeres a esa especie de justicia literaria que muestra la riqueza de la palabra mostrando el talento femenino intrínseco de las mujeres escritoras que ahora libres, suman además, mujeres que escriben comics, fanzines… se atreven con todos los géneros: fantasía, ciencia ficción, novela negra, de terror…
La transparencia en los criterios de selección de obras, lecturas a ciegas e indicadores claros, demuestra que las editoriales que utilizan estas buenas prácticas publican más obras escritas por mujeres. Aunque según las estadísticas sigue siendo de proporción menor de obras publicadas por mujeres que por hombres. Por el contrario, son más lectoras las mujeres, que leen indistintamente sean escritores o escritoras, mientras los hombres leen mayoritariamente a escritores antes que a escritoras.
La crítica literaria, mayoritariamente escrita por hombres, reseña libros escritos por hombres en porcentajes demasiado altos, por cada tres reseñas de libros solo uno es de una escritora. Si hablamos de premios literarios de prestigio, encontramos que aunque avanza la literatura escrita por mujeres, siguen siendo premiados mayoritariamente ellos. Si buscamos referencias de autoras, podemos llegar a encontrarnos con que no existen, como ha ocurrido con la reciente Premio Nobel de Física, Donna Strickland, cuyo perfil no estaba recogido en Wikipedia, ejemplo práctico de la invisibilización de las mujeres.
La escritura requiere tiempo y soledad para desarrollarla, tiempo que sigue siendo ocupado por las necesidades familiares básicas que recaen mayoritariamente sobre la espalda de las mujeres.
Pero el talento y la inteligencia de las escritoras, a pesar de las críticas literarias que las ningunean, de los premios tan escasos o de los convencionalismos sociales, sigue haciendo que sean rebeldes y transgresoras como sus predecesoras, no cejan en su empeño de demostrar su creatividad.
Leamos a mujeres, fomentemos la escritura escrita por mujeres, escribamos con lenguaje inclusivo, eduquemos en las escuelas y universidades a leer textos de mujeres, dejemos espacio para todos los relatos, todas las miradas, salgamos de ese estrecho espacio que sitúa al hombre como centro de todas las cosas, y sigamos promoviendo la corresponsabilidad en los cuidados para que de verdad todas las personas estén presentes en la cultura, en la literatura y en el arte.
“Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, que al corazón le llega poca sangre”.
Organización de Mujeres CI y Secretaria de Genero e Igualdad :Espacio Feminista.