Desde el sindicato USTEA queremos hacer pública y denunciar la realidad que existe en los centros educativos de la provincia que albergan alumnado de origen migrante. Después de recorrer una gran parte de los centros de la provincia constatamos que dicho alumnado no está siendo atendido debidamente en lo que respecta a la atención lingüística, dificultándose su socialización y propiciándo de hecho su segregación. Esto es así debido a la ausencia o a la clamorosa insuficiencia de recursos humanos específicos (antiguos docentes de ATAL, en la actualidad docentes de interculturalidad).
Por un lado nos encontramos que desde hace unos años, la Consejería de Educación se niega a atender a este tipo de alumnado antes del segundo ciclo de primaria. Esta decisión genera que en las etapas en la que los niños y niñas comienzan a socializarse, la administración niegue un recurso a los centros destinado, precisamente, a atenuar la barrera lingüística. Este es el caso de colegios como el Cervantes de Alhama de Granada con 7 alumnos y alumnas sin atención lingüística y el CEIP Jiménez Rueda de Atarfe con 5 alumnos y alumnas en las mismas circunstancias.
Por otro lado, vemos que incluso en centros en los que teóricamente deben de tener el recurso de interculturalidad para atender a este tipo de alumnado, lo único que reciben es la promesa y no el personal. Así tenemos el IES La Contraviesa en Albuñol con 16 alumnos con estas necesidades, cinco de los cuales poseen un nivel 0 de castellano, sin atención desde inicio del curso escolar.
Por último, hay que destacar que allí donde se recibe el recurso, las horas destinadas a cada centro son irrisorias, dado el volumen teórico de trabajo de dichos profesionales. Así, podemos destacar centros como el ya mencionado CEIP Cervantes con 10 alumnos de segundo ciclo de primaria que solo reciben atención lingüística un día cada dos semanas. Algunos de los casos más alarmantes los hemos encontrado en los colegios de Zafarraya y Ventas de Zafarraya, CEIP Enrique Tierno Galván y CPR Los Castaños respectivamente, ambos con la mitad del alumnado de origen migrante y con necesidades de atención lingüística, esto es: más de 100 alumnos y alumnas en cada centro. Pues bien, estos colegios para atender a todo ese volumen de alumnado sólo disponen de un docente especializado una vez a la semana.
Como vemos la situación de este alumnado en los centros educativos andaluces y más concretamente granadinos, es alarmante. Entendemos que las barreras lingüísticas deben ser las primeras en ser derribadas en la escuela pública, si no queremos favorecer la segregación, la formación de guetos y los consecuentes problemas en la convivencia. Si queremos sociedades pacíficas e interculturales, la escuela es el escenario principal de actuación y la negligencia de la administración en este aspecto favorece el racismo y la xenofobia.
El programa del PSOE para las elecciones andaluzas habla, en lo que respecta a la educación, de “Una educación igualitaria y equitativa, que compense las desigualdades y que ofrezca las mismas oportunidades a toda la ciudadanía” y añade sin sonrojo alguno que “la política educativa socialista en Andalucía ha dispuesto recursos específicos destinados a extender la equidad a todos los rincones de nuestro sistema educativo, poniendo a disposición del alumnado y sus familias todo tipo de facilidades para la integración en igualdad”. La realidad que describimos contrasta fuertemente con este discurso autocomplaciente. Desde USTEA pedimos a la Junta de Andalucía y, especialmente, a la CEJA, que aumente significativamente el número de docentes y de horas de interculturalidad para que el alumnado inmigrante pueda iniciarse correctamente desde la etapa infantil en el aprendizaje de nuestra lengua.