El viernes 7 de abril, despertamos con una noticia terrible para quienes amamos la paz: EEUU de forma unilateral, al margen del derecho internacional, bombardeaba Siria. A las pocas horas supimos que los barcos usados para este ataque criminal salieron y tienen su base en Rota, supimos que las bombas que caen en Siria salen de Andalucía.
Nuestra tierra, nuestro suelo está sirviendo como plataforma para la guerra y la agresión contra otros pueblos, con el consentimiento y la colaboración permanente de los gobiernos del PSOE y el PP.
Este caso demuestra el absoluto ninguneo de nuestra soberanía por parte de EEUU y la absoluta opacidad de lo que sucede y se trama en las bases de EEUU en nuestro territorio, supuestamente conjuntas, ya que EEUU ni siquiera cumplió con el deber de informar al Gobierno, volviendo a dejar en papel mojado los convenios que supuestamente delimitan el uso de los bases. No podemos permanecer impasibles ante esta realidad ocultada al conjunto de la población.
El ataque de EEUU contra Siria no busca la paz, ni es en absoluto un acto de justicia:
Es una agresión criminal que forma parte de la estrategia imperialista de EEUU en Siria y en el arco mediterráneo. Supone un balón de oxígeno a los grupos terroristas internacionales que vienen sembrando el caos y la muerte en Siria desde el inicio del conflicto. Es un paso de consecuencias imprevisible en la escalada bélica en la región, rompiendo cualquier marco político y diplomático existente para solucionar el conflicto que asola Siria desde hace 5 años.
Porque no queremos ser cómplices de la guerra, porque estamos comprometidos con la paz y con los derechos de los pueblos, reclamamos de nuevo la salida de las bases norteamericanas de nuestra tierra.