La pasada semana despertaron numerosos institutos y conservatorios andaluces con la imposición de adecuar las matrículas de su alumnado, que simultanea los estudios de Bachillerato y las Enseñanzas Profesionales de Música y Danza, a la nueva ley educativa.
Estamos hablando de que, solamente en Andalucía, se encuentran en esta situación en torno a 300 alumnas y alumnos que actualmente cursan estudios de bachillerato y música o danza, a los que 4 meses después de comenzar el curso les obligan a modificar su matrícula en los institutos y además “recuperar” las asignaturas de la nueva matrícula que debían, según las administraciones educativas, haber cursado con la amenaza de no poder titular en estos estudios.
Esto es un nuevo despropósito y un claro ataque a las enseñanzas artísticas, ya que produce indefensión y coarta vilmente la posibilidad del alumnado de abrir sus posibilidades de estudio posterior en el sistema universitario y en las Enseñanzas Artísticas Superiores de Música y Danza. Máxime cuando pretenden cambiar las normas del juego durante el curso sin plantear siquiera una moratoria que permita a este alumnado concluir los estudios en los cuales se han matriculado de manera normal y obligándolos a “tirar a la basura” su esfuerzo y desempeño durante el presente y los cursos anteriores en su estudio.
Este alumnado, para el conocimiento general de la opinión pública, lleva cursando de manera paralela 8 años las enseñanzas obligatorias de Primaria y Secundaria junto a las Enseñanzas Básicas y Profesionales de Música o Danza, y precisamente cuando les faltan dos cursos para concluir sus estudios artísticos, cuando les asaltan las dudas sobre a dónde dirigir su carrera universitaria o artística, las administraciones educativas cortan radicalmente sus opciones para dirigir esos pasos hacía un camino u otro, ninguneando a este alumnado, a sus familias, a las y los docentes y a los centros educativos, sin consultas previas, sin negociación ni calendario de aplicación. ¿Para qué se va a tener en cuenta a estos colectivos? Parecía que ya había quedado atrás en el tiempo la sensación de que las y los estudiantes y docentes de enseñanzas artísticas eran de segunda, cuando se acomete este ataque frontal a los propósitos y sueños de este alumnado retrocediendo nuevamente en sus aspiraciones.
A USTEA le parecen insuficientes la medidas adoptadas por la administración andaluza para que este alumnado modifique su matrícula, realizada con las condiciones vigentes en su momento, y la solución momentánea pasa por exigir al Ministerio de Educación una moratoria para que este alumnado pueda concluir sus estudios de Bachillerato con las condiciones existentes en su inicio, y trabajar convenientemente las modificaciones oportunas para que las próximas promociones no se vean perjudicadas en sus opciones.
Esta semana se han realizado numerosas concentraciones y movilizaciones por parte del alumnado, familias y docentes en contra de esta actualización normativa perpetrada por las administraciones educativas donde hemos acompañado y apoyado sus reivindicaciones.
Desde USTEA hemos llevado este tema a la Mesa Sectorial de Educación en Andalucía el pasado 31 de enero, hemos solicitado informe al nuestros servicios jurídicos y trasladaremos la reivindicaciones al Ministerio de Educación a través de nuestra confederación STEs, para hacer valer los derechos del alumnado de esta modalidad de Bachillerato y sus familias. Mostramos públicamente nuestro apoyo a todas y cada una de las acciones que lleven a cabo estos colectivos, el próximo 16 de febrero volverán las concentraciones en cada una de las ocho provincias andaluzas, contra esta clara injusticia que va en detrimento de la, tan pregonada y vaciada de contenido real, “calidad de la enseñanza”.
Algunas instantáneas de las concentraciones de Granada, Cádiz y Córdoba: