OPINIÓN José Antonio Pérez Tapias. Wert y el lobby eclesiástico
El ministro Wert, el de la contrarreforma antieducativa, además de no cejar en su empeño de españolizar a los alumnos catalanes tampoco descansa en cuanto a “reconfesionalizar” la escuela. Menos mal que accedió al gobierno como sedicente liberal, del que podía esperarse una política neoliberal, pues si llega a entrar en el ejecutivo como neoconservador habría restaurado los ejercicios espirituales para el alumnado de la católica España, una, grande y dizque libre. El caso es que, dando concreción en su figura –la que él mismo reconoce que es “objeto fóbico”- a la conjunción de neoliberalismo y neoconservadurismo encarnada por las derechas que en España tienen el poder, ha trasladado al anteproyecto de LOMCE –Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa- una descarada repotenciación de la religión católica en el sistema educativo. Si a eso se añade la tendencia privatizadora de la enseñanza alentada desde ese anteproyecto, la ganancia de la Iglesia es notabilísima.