Tras una década de la última aplicación de las pruebas de diagnóstico con carácter generalizado, nos volvemos a encontrar con ellas por sorpresa.

Sorpresa porque toda la comunidad educativa ya expresó su sinsentido desde su inicio y parecía que la Consejería tras años había abandonado esta senda y sorpresa porque se ha mantenido totalmente oculto a los sindicatos de la mesa sectorial de educación. Cuando alguien oculta algo es que no tiene argumentos sólidos para defenderlo o sus propósitos no son transparentes.

Los días 7, 8 Y 9 de Mayo las pruebas de evaluación de diagnóstico serán realizadas por todo el alumnado que se encuentre matriculado en cuarto curso de Educación Primaria o segundo curso de Educación Secundaria Obligatoria.  Estas pruebas, que son externas y estandarizadas, no tienen en cuenta la singularidad de cada alumno/a ni la realidad de cada centro.

USTEA manifiesta su oposición a cualquier tipo de prueba externa que cuestione la profesionalidad del profesorado y su objetividad evaluadora, unas pruebas que rompen el proceso de aprendizaje al dedicar varios días a la preparación de éstas. Porque este tipo de pruebas, en el fondo, están al servicio de los intereses de un mercado laboral que quiere que nuestro alumnado aprenda lo imprescindible para ser mano de obra precaria y dócil. A su vez busca la confrontación entre centros a partir de las comparativas de resultados que pueden originar rankings segregadores.

Las pruebas externas no constituyen ningún tipo de evaluación, en primer lugar porque la evaluación en Educación Primaria y en Secundaria debe ser continua, global, formativa y orientadora. La forma de plantear estas pruebas finales rompe completamente y de forma abrupta con la continuidad del proceso de evaluación, pretendiendo reducirla a un momento puntual y descontextualizado del progreso del alumnado y, además no se tiene en cuenta el progreso individual ni su proceso de adquisición de las competencias correspondientes, lo que pervierte el sentido educativo y la globalidad de la evaluación que debe aplicarse en esta etapa educativa Por otra parte, estas pruebas suponen también un cuestionamiento implícito de la profesionalidad y objetividad evaluadora del profesorado que imparte enseñanza a este alumnado, e incluso de los equipos directivos de los centros, o de la Inspección de Educación, al recurrir a profesorado externo para dar validez a estas pruebas.  No se respeta la autonomía de los centros, intentando imponer un modelo pedagógico reduccionista y utilitarista, destinado únicamente a la superación de estas pruebas, pretendiendo olvidar la dimensión global e integradora que la educación debe cumplir en esta etapa. No podemos olvidar que estas pruebas suponen una gota más en la enorme carga burocrática que soportan los docentes. Así por ejemplo los equipos directivos tienen ya que rellenar varias pantallas en Seneca, montar un claustro, designar profesorado corrector, … y el profesorado corregirlos, asistir a claustro, informar al alumnado de la “importancia” de las pruebas, a las familias…

Queremos recordarle a la Consejera  que estas pruebas de Diagnóstico no cuentan con el apoyo de parte de la comunidad educativa; prueba de ello es que ha habido oposición a las mismas desde el año 2011, a través de paros parciales del profesorado, especialmente llamativos en 2013, año en el que no se realizaron las Pruebas de Diagnóstico en multitud de centros educativos andaluces. Año tras año se han presentado escritos de oposición tanto de docentes como de las familias de los y las estudiantes, quienes incluso han llegado a no llevar a sus hijos/as a clase el día de la prueba para no pasar estas pruebas. Es más queremos recordarle a la Consejera que el propio Partido Popular, cuando estaba en la oposición, pidió la retirada de estas pruebas como podemos ver en la siguiente noticia:https://www.diariodesevilla.es/andalucia/Concluyen-Educacion-PP-exige-retirada_0_695930852.html

¿QUÉ PEDIMOS DESDE USTEA?

• Que no se lleve a cabo ningún tipo de prueba estandarizada.
• Que se evalúe al alumnado, en función de los procesos de aprendizaje y no de los resultados.
• Que se realice una evaluación continua, basada en el seguimiento individualizado del alumnado, que contemple, además, el contexto socioeducativo de las familias y el centro.
• Que el profesorado, con su alumnado y su equipo educativo, sean los protagonistas del proceso evaluador.
• Que la Inspección educativa asuma su responsabilidad orientadora en el proceso de evaluación.

¿QUÉ PUEDES HACER?

Oponte a estas pruebas.

• Como padre/madre/tutor/a:
  • Reúnete con la AMPA de tu cole y presenta un escrito mostrando tu desacuerdo con la realización de estas pruebas.
  • No lleves a tus hijos/as a clase el día de la prueba
• Como docente:
  • Habla con los padres y madres, explícales las razones por las que no estás a favor de este tipo de pruebas.

Andalucía, 10 de abril de 2024