En USTEA seguimos trabajando para mejorar las condiciones del profesorado y defender un sistema de acceso justo, garantista y adaptado a las necesidades reales de la Educación Pública andaluza. Las oposiciones docentes en Andalucía han vuelto a evidenciar las carencias del modelo actual que, lejos de reforzar la estabilidad del profesorado, deja cientos de plazas vacantes y provoca un profundo malestar entre las personas aspirantes. La gran cantidad de incidencias que hemos recogido y denunciado a lo largo del proceso demuestran la urgencia de una reflexión seria y un análisis riguroso sobre lo ocurrido, para que la Administración adopte medidas que eviten la repetición de los mismos errores en futuras convocatorias.

A esta situación se suma la falta de previsión, consecuencia directa del sistema, que ha derivado en una oferta insuficiente de vacantes en algunas especialidades en los destinos provisionales para el personal funcionario en prácticas e interino. Todo ello, junto al insuficiente “Acuerdo sobre mejora del sistema educativo y las condiciones laborales del personal funcionario docente no universitario de Andalucía” propuesto por parte de la Consejería a las organizaciones sindicales y que desde USTEA nos negamos a firmar, augura un final de curso y un inicio del próximo poco esperanzadores.

En las mesas técnicas y sectoriales sobre las oposiciones, todas previas a febrero y con una negociación prácticamente inexistente, la mayoría de nuestras propuestas reiteradas fueron ignoradas o recibieron respuestas evasivas—como la necesidad de procesos selectivos más justos, transparentes y adaptados a la realidad docente; la sustitución de invalidaciones automáticas por faltas de ortografía por penalizaciones proporcionadas; medidas reales de protección para colectivos vulnerables; reajustes en los baremos; y cambios en la composición y funcionamiento de los tribunales para garantizar homogeneidad en los criterios, conciliación familiar…—. La inestabilidad, las dudas y las numerosas incidencias que nos ha trasladado el profesorado aspirante son consecuencia directa de que la organización de las oposiciones no se abordó adecuadamente en estas mesas. Cuando desde USTEA advertimos sobre muchos de estos problemas, ya antes de febrero, la Consejería hizo oídos sordos a nuestras indicaciones.

La Consejería presenta como un éxito que la tasa de cobertura alcancel algo más del 92%. Sin embargo, estos datos, analizados en detalle, muestran una realidad muy distinta:

• 628 plazas han quedado vacantes, casi un 8% del total ofertado, dicho de otra manera 7370 plazas se han cubierto de las 7.998 convocadas.
• Hay determinadas especialidades con gran cantidad de plazas desiertas como Matemáticas (con más plazas desiertas que personal seleccionado), Filosofía, Informática, Latín, Griego o Mantenimiento de vehículos.
• La cifra del 92% de cobertura oculta que el déficit se concentra precisamente en alguna de las materias con mayor necesidad de profesorado y que la Administración no ha planteado medidas para corregirlo.

Estos resultados confirman lo que llevamos denunciando: la Consejería antepone la propaganda a la planificación, y presenta un modelo de acceso y una planificación que no resuelve las carencias reales de los centros.

En USTEA no vamos a aceptar discursos triunfalistas que enmascaren la falta de negociación, el incumplimiento de las demandas sindicales y el deterioro de las condiciones del profesorado. Exigimos que la Consejería responda de forma inmediata y favorable a las propuestas que hemos defendido en las mesas, y que lo haga antes de que se repita el mismo caos en futuras convocatorias.

Seguiremos trabajando para que las oposiciones se desarrollen con transparencia, equidad y respeto a quienes sostienen cada día la Educación Pública andaluza.