Desde USTEA denunciamos públicamente el nuevo pacto de la Junta de Andalucía con la enseñanza concertada, que confirma nuestras sospechas que ya teníamos cuando nos negamos recientemente a firmar el llamado “acuerdo educativo” con la Consejería. La premura por cerrar un acuerdo parcial con determinados sindicatos de la enseñanza pública respondía, a nuestro juicio, a la necesidad del Gobierno andaluz de generar una apariencia de consenso que facilitara la posterior firma de un pacto mucho más ambicioso y ventajoso con el sector concertado.
¿Dónde va realmente el aumento de presupuesto anunciado por la Junta?
Durante semanas, el Gobierno andaluz ha anunciado el mayor presupuesto educativo de la historia, intentando vincularlo al acuerdo con la enseñanza pública. Sin embargo, la realidad es muy diferente:
Ese presupuesto no se traducirá en inversión directa para la escuela pública, ya que las medidas recogidas en el acuerdo con los sindicatos no suponen ninguna dotación nueva, ni extraordinaria, ni estructural. Muchas de ellas dependen de fondos europeos temporales, sin garantías a largo plazo.
El grueso de ese presupuesto irá destinado a reforzar la red privada-concertada, como demuestra el pacto recién firmado con este sector: ampliación de financiación, mejora de infraestructuras, garantías para sus plantillas y estabilidad para sus proyectos educativos, aunque sean segregadores y excluyentes.
Un pacto que premia a la educación desigual
- Se destinarán fondos públicos a centros que cobran cuotas ilegales a las familias, seleccionan al alumnado y excluyen a quien no puede pagar.
- Se blindan infraestructuras de centros privados mientras los públicos esperan desde hace décadas reformas, climatización o ampliación de espacios. La ley de bioclimatización, por ejemplo, solo se ha ejecutado en un 6%.
- Se refuerza un modelo ideologizado, vinculado mayoritariamente a instituciones religiosas (80% de la concertada en Andalucía), que no fomenta la diversidad, ni la igualdad, ni el pensamiento crítico.
¿Qué explica ahora la prisa por firmar con parte de la pública?
Desde USTEA lo tenemos claro: la Junta necesitaba cerrar cuanto antes un acuerdo con los sindicatos más moderados de la enseñanza pública para presentar un “marco de consenso” que tapara lo que realmente iba a venir después: el pacto millonario con la concertada.
Este doble movimiento es coherente con el proyecto ideológico del Partido Popular en Andalucía: desmantelar lo público y fortalecer la red educativa privada bajo criterios mercantiles y religiosos.
Nuestra posición: coherente y firme
Desde USTEA:
- Nos negamos a firmar el acuerdo educativo anterior por ser insuficiente, sin financiación real, sin compromisos estructurales y sin atender las necesidades urgentes del profesorado ni del alumnado.
- Y denunciamos con firmeza este pacto con la enseñanza concertada, que consolida la desigualdad educativa en Andalucía y destina fondos públicos a intereses privados, ideológicos y empresariales.
Como sindicato comprometido únicamente con la red pública, única red capaz de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para toda la sociedad, USTEA actúa sin interferencias ni intereses cruzados, defendiendo con coherencia un modelo educativo basado en lo común, no en lo privado.
¿Qué queda para la escuela pública?
Muy poco, según los acuerdos firmados:
- Infantil y Primaria verán mínimos cambios, sin recursos garantizados ni mejoras estructurales.
- En Secundaria, apenas se promete cumplir lo que ya marca la normativa.
- FP y Bachillerato: ignorados por completo.
- Educación Especial: sin dotaciones nuevas ni compromisos reales.
El gran titular presupuestario se convierte, en realidad, en un gran engaño para la escuela pública.
Llamamiento a la comunidad educativa
Desde USTEA hacemos un llamamiento urgente al profesorado, a las familias y a toda la sociedad andaluza: lo que está en juego es el futuro de un modelo educativo justo, gratuito, inclusivo y democrático.
No podemos permitir que el dinero público siga financiando un sistema que excluye, discrimina y responde a intereses ideológicos o empresariales.
La educación pública no necesita propaganda ni parches: necesita inversión, compromiso y voluntad política real.
¡Seguiremos luchando por una escuela pública de calidad, para todas y para todos!
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