La supresión de unidades escolares llevada a cabo por la Junta deja a Andalucía con 486 clases menos que el curso pasado, solo en Infantil y Primaria. Desde la llegada al poder de Moreno Bonilla, la red de centros públicos ha perdido 1.943 clases, mientras la enseñanza concertada mantiene su oferta intacta y el presupuesto en conciertos para 2024 superará los 1.000 millones por primera vez en la historia. Frente a este modelo, USTEA reclama el blindaje de la Educación Pública, la recuperación de las unidades escolares suprimidas y una bajada de ratio en los colegios e institutos.
Según los datos publicados en el BOJA del pasado jueves 7 de diciembre, concretamente en la Orden de 30 de noviembre de 2023, la Consejería de Desarrollo Educativo y FP ha cerrado este curso 927 clases de Infantil y Primaria en colegios públicos de todas las provincias y se ha visto obligada a crear 441, por lo que la red de centros públicos de Andalucía cuenta, desde este año, con 486 clases menos en su estructura.
La eliminación de clases públicas es una tendencia que se mantiene año tras año, desde la llegada de Moreno Bonilla al gobierno de la Junta. Desde 2019 hasta el pasado curso, la red de centros públicos había perdido ya 1.457 clases. Con las supresiones de este curso, la cifra alcanza las 1.943 unidades escolares menos en la estructura del sistema educativo público de Andalucía.
La provincia más castigada por el cierre de clases es Sevilla, con 259 unidades suprimidas y tan solo 80 creadas, con lo que esta provincia tiene este curso 179 clases menos de Infantil y Primaria. También es llamativo el caso de Cádiz que cuenta, desde este curso, con 101 clases públicas menos que el anterior. En el resto de provincias, con cifras de supresión menores, también se observa una disminución de aulas en la enseñanza pública: Córdoba y Málaga (-52), Huelva (-40), Jaén (-25), Almería (-21) y Granada (-16).
La Consejería ha difundido en prensa y redes unos datos muy diferentes a las que se han publicado oficialmente en el BOJA, destacando sus responsables para este curso “un incremento neto de 41 aulas entre Infantil, Primaria, Bachillerato, FP y la Educación Especial” y “un crecimiento de 1.053 aulas respecto a 2018”. Estas cifras incluyen a la FP, unas enseñanzas que viven un momento de enorme expansión y ocultan el hecho de que la Junta de Moreno Bonilla ha recortado casi 2.000 clases públicas de Infantil, Primaria y Secundaria en los colegios e institutos públicos de toda Andalucía.
El argumento esgrimido por los responsables de la Consejería para la eliminación de clases en la red de centros públicos es el descenso de la natalidad, aunque no se explica que este mismo fenómeno no afecte a los centros privados concertados que mantienen su oferta intacta desde hace años. Para USTEA, el cierre de clases públicas es una apuesta política de la Consejería por un determinado modelo de educación que supone la extensión de los conciertos educativos. Así, en los presupuestos del próximo año que están a punto de aprobarse, el gasto en conciertos educativos superará los 1.000 millones de euros por primera vez en la historia, como declaró la propia consejera recientemente en el Parlamento.
Frente al modelo de promoción y sobrefinanciación de la enseñanza concertada, USTEA reclama el blindaje de la Educación Públicas, la recuperación de las unidades escolares suprimidas y una bajada de ratio, como alternativa al recorte de la red pública andaluza.