USTEA denuncia públicamente que el Gobierno andaluz incumple su promesa electoral y va a seguir manteniendo al profesorado de Andalucía como uno de los peor pagados de toda España al igual que olvida sus promesas de devolución de la parte de las pagas extras de los años 2013 y 2014 que en Andalucía no se abonó al profesorado.
Tras el inicio del proceso de negociación en el mes de abril del curso pasado, y las convocatorias de reuniones mantenidas durante el presente, la Consejería de Educación y Deporte incumple tanto con su promesa electoral (medida 53), como con el compromiso acordado con las OOSS de la mesa sectorial y deja inconclusa la negociación abierta sobre la homologación salarial a una semana del debate presupuestario, presupuestos que según las declaraciones de Juan Marín, vicepresidente del gobierno andaluz, el ejecutivo “prefiere no aprobar unas nuevas cuentas públicas sino prorrogar las actuales“ en referencia al cálculo electoralista para el adelanto de las elecciones autonómicas.
La homologación salarial de los y las docentes andaluzas es una demanda histórica para el conjunto del profesorado de la educación pública. No en vano, cualquier docente que comience a trabajar en Andalucía lo hará cobrando mensualmente 155 euros menos, si lo comparamos con la media de retribuciones del estado, o alrededor de 200 si nos fijamos en Cantabria o Castilla-La Mancha. Esta diferencia se eleva hasta los 430 euros/mes si la comparación es con Euskadi, comunidad autónoma que mejor retribuye a sus docentes en todo el estado español.
En 2008 el anterior gobierno autonómico se comprometió con el profesorado andaluz a establecer un plan de homologación, mediante el cual nuestros salarios hubieran tenido una subida media de unos 2.100 € anuales, distribuidos en 14 pagas, consolidados. Pero el mal llamado “Plan de Calidad” acabó con este acuerdo, engañando al profesorado andaluz con el beneplácito de algunos sindicatos que ahora anuncian campañas propagandísticas para la homologación salarial en Andalucía. Aun así, este no fue el primer engaño que sufrimos con la homologación salarial. El primero, histórico, fue a cuenta de los sexenios: vincular la homologación a la antigüedad y la formación.-
Desde USTEA nos preguntamos también qué ha ocurrido con las promesas de la devolución de las pagas extras de los años 2013 y 2014 que el gobierno andaluz no nos abonó. En este sentido, queremos destacar que la devolución de las pagas extras de 2013 y 2014 fue defendida en la anterior legislatura en sede parlamentaria por PP y C’s, actualmente en el gobierno,. Esta actitud, diferente según se esté gobernando o en la oposición, denota una profunda falta de respeto hacia el funcionariado andaluz, al que se trata de engañar con palabras y promesas vacías.
Como vacía de contenido y falta de ganas de llegar a un acuerdo ha estado la negociación actual por parte de la administración negándose a considerar la propuesta realizada por USTEA, de un aumento de 200 euros mensuales para situarnos en la media de las CCAA, alegando que “es muy cara”, habiendo disponibilidad presupuestaria para ello, tal y como reconoció el partido de gobierno a través de las palabras de la presidenta del PP andaluz, Loles López, que reconocía tener datos de la Agencia Tributaria que demostraban que la recaudación había crecido en Andalucía en 600 millones de euros, pese a la reducción de 323 que se dejarán de recaudar por la rebaja realizada a las rentas en la Ley de Tributos Cedidos que, con tanto bombo anunció Moreno Bonilla, y en la que se incluye la deducción de 150 euros por descendiente a aquellas familias cuya renta sea de 80.000 y que matriculen a sus hijas e hijos en academias particulares de informática o idiomas, un ejemplo claro de la voluntad política de este gobierno.
El profesorado andaluz hemos demostrado con creces durante todos estos años nuestra profesionalidad, entrega y compromiso con nuestro alumnado y la Escuela Pública. En esta pandemia lo hemos vuelto a hacer, el mismo consejero lo ha remarcado en numerosas ocasiones, soportando cada vez más carga de trabajo y estrés laboral, ya que los horarios se estiran y se diluyen por el uso de las tecnologías, el aumento de burocracia, la sobresaturación de las aulas y las supresiones, al igual que lo han hecho nuestros y nuestras compañeras en el resto de CCAA.
Esta era la oportunidad histórica de darle al profesorado andaluz el reconocimiento económico que en justicia le corresponde y de sacarnos del furgón de cola de las comunidades que peor retribuyen por el mismo trabajo haciéndonos iguales salarialmente a nuestros compañeras y compañeros, esta era la oportunidad histórica de valorar nuestra labor más allá de las palmaditas en la espalda del consejero. Esta era la oportunidad histórica, dejada morir por la falta de voluntad política real del gobierno andaluz, de materializarla con dignidad más allá de los precios de saldo y la fotografía para campañas electorales.
Era la oportunidad histórica: pretérito imperfecto, como el gobierno del pretendido cambio en Andalucía.
Andalucía 18 de noviembre 2021