De todos y todas es sabido que el fin de curso supone una carga burocrática que todos los años hace que, durante la última semana, los y las docentes pasemos innumerables horas delante del ordenador, introduciendo datos, rellenando informes, consejos orientadores y demás documentación requerida para todos los procesos en los que confluye el final del curso lectivo.
Convencidos de que es parte de nuestra labor, todos los años acometemos dichas funciones con responsabilidad, a pesar de que todos los años se repite la misma historia, protagonizada por nuestro sistema informático oficial: Séneca.
Este año, además, siguiendo las indicaciones de la administración, en las que se nos exigía evaluar, una vez concluido el periodo lectivo, esto es, posteriormente al 23 de junio, hemos tenido que evaluar los días 26 y 27 de junio.
Esto no tendría que suponer ningún problema, si el soporte informático, Séneca, en el que debemos introducir todos los datos de la evaluación y generar la inmensa cantidad de documentos que se nos exige desde la administración, estuviera preparado para tal función.
La cantidad de personas conectadas a dicho sistema desde el pasado viernes, día 23, sumados a los miles de documentos que se generan en estos días desde todos los niveles de todos los centros andaluces, ha hecho que Séneca no funcione en condiciones y se quede colgado, y por lo tanto está ralentizando todo el proceso de fin de curso.
Para muestra, un botón. No se han podido, en muchas casos:
- Generar las actillas para las evaluaciones, con lo que los y las tutoras han tenido que elaborarlas en hojas de cálculo de cara a las sesiones de evaluación.
- No se han podido generar los consejos orientadores, necesarios para las familias a la hora de matricular a sus hijos e hijas.
- No se han podido subir todos los documentos necesarios para las familias al punto de recogida de la aplicación iPasen.
- Aún ahora, después de las 14:00 horas del martes 27 de junio, no se han podido generar ni subir, en muchos casos, los boletines de notas, para que las familias puedan consultarlos en iPasen, y puedan descargar los cheque libros.
- No se han podido enviar los informes individuales para información de las familias sobre el desarrollo académico del alumnado.
- El alumnado pendiente de calificaciones para su matriculación en ciclos formativos, está perdiendo tiempo del plazo para la misma. Este plazo comenzó el pasado 15 de junio y a día de hoy, 27 de junio, todavía no tienen sus boletines y no pueden matricularse.
- Los y las compañeras que están actuando como tribunales de oposición, no han podido grabar las notas de la primera parte de las mismas.
- Los y las compañeras que tienen plazo hasta mañana para solicitar destino para el próximo curso, en la colocación de efectivos, no han podido hacerlo porque el sistema se queda colgado.
En definitiva, este fin de curso se ha convertido en un caos informático, generado por la mala planificación de la administración, ya que si bien que esto ocurra es algo ya tradicional a finales de curso, este año se ha añadido la exigencia de realizar todos estos procesos en tan solo dos días, no dándose a los equipos directivos, la oportunidad de flexibilizar las sesiones de evaluación y que el proceso se hiciera de forma escalonada, lo que hubiera evitado, este colapso del sistema.
¿Por qué se le da tan poco valor al tiempo que dedicamos a estos procesos delante de un ordenador? ¿Por qué no se tiene en cuenta la incertidumbre de las familias ante la falta de información, cuando de esta documentación depende la futura matriculación de sus hijos e hijas en otras ofertas educativas?
Todo ello está provocando situaciones de estrés y desconcierto que hace que nuestro trabajo estos últimos días se convierta en algo que puede llegar a perjudicar nuestra salud, dado el nivel de exigencia y estrés al que estamos sometidos.
Una vez más, los y las docentes, equipos directivos, alumnado y familias sufrimos el ninguneo de la administración, al no planificar todos estos procesos de forma efectiva y en tiempo.