Bajada de la ratio: Se acumulan las razones

24 - abril - 2020 Campañas | Política Educativa

La actual situación de la educación como consecuencia del estado de alarma, unido a la ya insostenible masificación ilegal de las aulas hace más necesario que nunca disminuir el número de alumnos y alumnas de las aulas andaluzas. 

Desde USTEA venimos denunciando el incumplimiento por parte de la Consejería de Educación de la normativa referente al número de alumnos y alumnas por aula en cada una de las etapas. Así, el curso comenzó con cientos de aulas masificadas ilegalmente, ante lo que desde esta organización interpusimos reclamaciones, desatendidas por la administración, e iniciamos la vía judicial a través de la interposición de un contencioso administrativo que afecta a más de 700 aulas andaluzas. Por si esto fuera poco, a lo largo del curso hemos visto cómo en numerosas aulas se han llegado a superar incluso el margen del 10% contemplado para situaciones sobrevenidas, como consecuencia de que ese margen fue ya consumido durante la planificación educativa del curso.

Pero además de estas medidas de denuncia, tanto pública como legal, también hemos defendido continuamente la necesidad, no ya sólo de cumplir la norma actual, si no de abordar los cambios legislativos para que la ratio por aula sea reducida. Por más que se intente negar interesadamente, todo el profesorado que pisa el aula sabe que esta medida repercutirá positivamente en la labor educativa y aumentaría las posibilidades de una atención más individualizada, vital para que las exigencias de la normativa en atención a la diversidad no queden en papel mojado. 

Por si estos argumentos no fueran suficientes, desgraciadamente, la situación generada en la educación como consecuencia de las medidas derivadas de la lucha contra la pandemia del COVID-19, ponen encima de la mesa de una manera más acuciante la imperiosa necesidad de reducir el número de alumnos y alumnas por aula. 

Es innegable que las condiciones de la educación “telemática”, tal y como apuntan ya numerosos estudios, conlleva un incremento de la desigualdad educativa, un retraso curricular en el conjunto del alumnado, acentuándose en aquellos casos afectados por la conocida “brecha digital” y provenientes de entornos socioeconómicos desfavorables. En este sentido, las propias instrucciones  remitidas por la administración, así como los acuerdos de la conferencia sectorial de educación, hacen alusión a la necesidad de afrontar aspectos académicos de este curso en el siguiente.

Por otro lado, todas aquellas cuestiones referentes a la atención a la diversidad en términos generales y a la atención al alumnado NEAE y NEE en particular, están teniendo un evidente déficit en las actuales situaciones, tanto por las dificultades inherentes a las circunstancias como por la dejadez que desde la Consejería se ha demostrado ante este alumnado. 

No podemos olvidar tampoco que, muy probablemente, las recomendaciones sanitarias de cara a la vuelta a las aulas, pongan en entredicho la idoneidad de concentrar al número que actualmente permite la normativa en el interior de una clase. 

Por todo ello, desde USTEA entendemos que, además de los argumentos que siempre hemos puesto sobre la mesa, si queremos una educación realmente inclusiva, si realmente esta administración está dispuesta a realizar un esfuerzo para poder mitigar los efectos de la pandemia sobre la educación y si entendemos que la salud de las personas ha de estar por encima de cualquier otra consideración, se hace imprescindible un descenso significativo del número de alumnos y alumnas en las aulas andaluzas.

 

AHORA MÁS QUE NUNCA, SE NOS ACUMULAN LAS RAZONES

#BajaLaRatioImbroda