Desde USTEA Cádiz queremos denunciar la situación en la que se encuentra el CEIP Gadir de Cádiz, un centro educativo público que es todo un referente en la ciudad, a pesar del maltrato que sufre por parte de la administración educativa. El colegio se enfrenta al cierre de dos unidades, una situación cuyas consecuencias va a pagar sobre todo el alumnado de Educación Especial (NEE).
Este colegio, como hemos dicho, es víctima de la oleada de supresiones de unidades en centros públicos por parte de la Consejería de Educación. Sin esas dos unidades, se quedaría para el próximo curso con cuatro para Primaria y una sola para Infantil. El aspecto más sangrante de este caso se revela al comprobar cómo quedaría precisamente esa única unidad de Infantil.
En dicha unidad tendrán, muy probablemente, un total de 15 alumnos/as, ratio máxima permitida cuando se produce un agrupamiento de alumnos/as de distintas edades, en este caso de 3, 4 y 5 años. El desglose es el siguiente:
– 3 alumnos/as de 3 años, uno/a de Educación Especial.
– 7 alumnos/as de 4 años, dos de Educación Especial, además de una alumna con trastorno del desarrollo del lenguaje.
– 5 alumnos/as de 5 años, hasta dos podrían ser de Educación Especial (a la espera de confirmar que uno/a repite curso).
Así pues, a la complejidad inherente a trabajar con alumnos/as de distintas edades hay que añadir el agrupamiento en una misma unidad de hasta 5 alumnos/as de Educación Especial y una alumna con trastorno desarrollo del lenguaje. La imposibilidad de ofrecer una adecuada atención individualizada en ese grupo la pagará el o la docente del mismo, pero sobre todo el alumnado: la concentración en una misma unidad de tantos/as alumnos/as NEE es un atentado contra la inclusión educativa.
Pero habrá más consecuencias. En este centro llevan años desarrollando un ejemplar proyecto de inclusión mediante el que alumnos/as del Aula Específica pasan una parte de la jornada en aulas ordinarias. El próximo curso ese proyecto de inclusión se encontraría paralizado, puesto que dos alumnos/as del Aula Específica no podrían pasar horas en el aula ordinaria de Infantil, donde no podrían ser atendidos/as correctamente.
Desde USTEA Cádiz aprovechamos para denunciar que la legislación no especifique una ratio máxima para el alumnado NEE en aulas ordinarias, lo que posibilita a la Delegación de Educación perpetrar un atentado contra la inclusión educativa de este calibre. Pero, además, ponemos sobre la mesa dos demandas concretas para este centro:
– Exigimos la marcha atrás de la Delegación de Educación en sus planes para suprimir dos unidades, permitiendo así al centro tener dos unidades para Infantil, lo que conllevaría una distribución del alumnado NEE que posibilitaría proporcionarle una atención más individualizada.
– Mantener abierta la matriculación para ir dando entrada a alumnado q va llegando durante el curso.
– La dotación de recursos materiales y humanos suficientes para atender a ese alumnado. Actualmente, el centro dispone de una única PTIS, lo que sería a todas luces insuficiente. Una prueba más de las graves carencias en la atención al alumnado NEAE en una provincia en la que, como ha reconocido la Jefa de Servicio de Ordenación Educativa a USTEA Cádiz, apenas se cubren el 15% de horas necesarias de PTIS.
La situación nos resulta todavía más indignante tras enterarnos hoy de que, a pesar de que en Jerez el centro público de educación especial “La Merced” tiene plazas y recursos suficientes, desde Delegación de Educación se está sondeando concertar un aula específica a una entidad privada como es UPACE. Está claro el objetivo: asfixiar la pública en beneficio de lo privado concertado. USTEA Cádiz seguirá con atención el desarrollo de este caso.
Manifestamos, finalmente, todo nuestro apoyo a la comunidad educativa de este centro gaditano, y sobre todo a las familias, en su demanda de una educación pública de calidad, lo que implica una atención adecuada al alumnado NEAE que garantice una verdadera inclusión educativa.
Andalucía, 22 de abril de 2021