La consejera de Educación, Sonia Gaya, informó en el Consejo Escolar de Andalucía del dia 11 de junio acerca de las conclusiones del cuestionario “Repensar la Primaria”, enviado el pasado mes de diciembre a los centros educativos de Primaria de Andalucía (tanto públicos como privados concertados).

Dicho cuestionario, que fue respondido por cerca del 80% de los colegios públicos (y un porcentaje bastante inferior de los concertados), incluía preguntas sobre:
1) Currículo y metodologías. 2) Horarios. 3) Evaluación. 4) Atención a la diversidad. 5) Organización. 6) Función directiva. 7) Convivencia. 8) Acción tutorial. 9) Orientación. 10) Tránsito entre etapas. 11) Formación del profesorado.

Cabe valorar positivamente esta iniciativa de la Consejería, en tanto supone un interesante cauce de expresión para los claustros. Y, a la vista del grado de participación habido, es indudable la oportunidad que se le presenta a la administración andaluza para escuchar la voz de los tantas veces silenciados claustros de los colegios.

Una de las principales conclusiones obtenidas del análisis del cuestionario, y así, lo expone la propia Consejería, es la necesidad de contar con una plantilla suficiente. En este sentido, como ya conocíamos desde que así lo anunció en sede parlamentaria la presidenta de la Junta de Andalucía, la plantilla docente se verá reforzada en 1300 maestras y maestros durante los tres próximos cursos. Lo cual, evidentemente, es positivo; como lo es dar de beber al sediento. Pero pretender que con una recuperación parcial, tardía e insuficiente se responde a la demanda real y las necesidades del sistema… no es pertinente, señora Consejera, no es pertinente. Cuando además, este anunciado refuerzo de plantilla -que no ha pasado por la mesa sectorial de educación- no tiene a día de hoy un desglose concreto ni por especialidades, ni por funciones, ni por centros.

Otra conclusión relevante, apoyada en la opinión de más del 90% de las respuestas, es el mayor peso curricular que deberían tener Lengua y Matemáticas. USTEA recuerda a la Consejería que las medidas a tomar al respecto, al margen del imprescindible debate pedagógico, deberán pasar ineludiblemente por la mesa sectorial de Educación.

En cuanto al aplazamiento del calendario de implantación de la 2ª Lengua Extranjera, el ejercicio de malabarismo con el que la Consejería trata de justificar esta nueva decisión unilateral, apoyándose ahora en la opinión de los mismos claustros y sindicatos a los que desoyó y ninguneó hace dos años, solo puede explicarse por la desesperación de quien construye un laberinto del cual luego no sabe salir. En este sentido, USTEA plantea la necesidad de analizar en profundidad el modelo de enseñanza-aprendizaje de las lenguas instaurado en Andalucía.

En lo referente a los tránsitos entre etapas, en principio coincidimos con las conclusiones expuestas por la Consejera, y consideramos urgente tomar las medidas que correspondan para dar respuesta a las mismas: establecer protocolos para el paso de Primaria a Secundaria más eficaces que los actuales, así como unificar los criterios sobre el periodo de adaptación en Educación Infantil.

Otras conclusiones obtenidas del cuestionario que queremos destacar, tanto por lo que aportan al debate pedagógico como por las posibles repercusiones en las condiciones laborales:

• Mayor permanencia de la tutora o el tutor en su grupo de referencia.
• Menor número de repeticiones.
• Más formación en los centros.
• Refuerzo del papel de la orientación educativa.
• Estabilización de las plantillas.

Por último, como indicábamos al principio, el cuestionario incluye preguntas sobre currículo, sobre horarios y sobre función directiva. Tres aspectos relacionados con una problemática que la Consejería tiene que afrontar, y más desde que el pasado 30 de mayo se conociese la sentencia del TSJA que anula la normativa andaluza que permitía reducir al horario de religión en los CEIPs andaluces.

Al margen de los asuntos judiciales, como parte de este proceso de Repensar la Primaria, es pertinente que la Consejería desarrolle una normativa sin ambigüedades, que no deje el problema en manos de las directivas, que responda a una planificación firme, que elimine la religión de la escuela pública o en su defecto reduzca al mínimo la presencia de las religiones en los centros andaluces, y que frente a los intereses de los obispos defienda el derecho del alumnado a una educación libre del adoctrinamiento religioso.

No es cuestión baladí, y no solo desde los puntos de vista ideológico y didáctico, sino también desde el puramente laboral. La incongruencia resulta obvia: no implantan el Francés en 1º y 2º, entre otras cosas, porque deberían eliminar dos horas de otras materias cuando están planteando a la vez reforzar Matemáticas y Lengua. Sin embargo, si se ampliase la 2ª hora de religión, seguramente tendría que ser a costa de una hora de Matemáticas o de Lengua, al ser las que más carga lectiva tienen. Así, el alumnado pasaría a tener las mismas horas de religión que de Plástica, Música o Educación Física y una menos que Naturales o Sociales. Un auténtico despropósito, que damos por sentado que la Consejería no va a permitir.

Andalucía, 13 de junio de 2018.