Gobierno tras gobierno, ley educativa tras ley educativa, normativa tras normativa, todos los cambios que nuestro sistema educativo ha sufrido en las últimas décadas han acabado resumiéndose en más burocracia para el profesorado.
Cada nueva ley educativa ha añadido más carga burocrática al personal docente; esto supone, en la práctica, interminables horas dedicadas al papeleo: un tiempo que no puede ser dedicado a lo que realmente importa: la educación.
Además, desde la Consejería de Educación de Andalucía también más burocracia cargándonos con infinidad de papeleo que rellenar: informes del alumnado, final de trimestre, cuaderno de clase, tránsitos, memorias, actas, planes y proyectos, rúbricas, programaciones, etc. Informes interminables y más papeles que nos alejan de la docencia directa y que en muchos casos no se acompañan con reducción horaria, o lo hacen con horario insuficiente.
Por otro lado, el mal uso de las nuevas tecnologías resulta un problema añadido en este sentido, como la sobreconexión a través de grupos de whatsapp, redes sociales del centro, emails, notificaciones de PASEN o de SÉNECA, etc.
El horario de trabajo del profesorado está claro en la normativa y debe respetarse el derecho a la desconexión. Toda la carga innecesaria a la que nos vemos expuestos, solo sirve para imposibilitar la dedicación del tiempo necesario para innovar, preparar las clases, dejar atrás los libros de textos o la posibilidad de realizar una buena atención individualizada al alumnado.
USTEA plantea hacer una revisión, simplificación y racionalización de las tareas burocráticas, evidenciando cuáles son inherentes a la labor docente y descartando todas aquellas que no son indispensables.
Para ello proponemos las siguientes medidas:
- Reducir el horario lectivo y ampliando el horario de tutorías, de programación, de preparación de materiales y de coordinación entre docentes.
- Disminuir las ratios de las clases. Es imposible llevar a cabo una evaluación como la que se exige desde la administración cuando tenemos unas ratios desorbitadas en nuestros centros.
- Aumentar, por las razones anteriores, la plantilla en los centros.
- Dotar de un orientador/a por centro en todas las etapas educativas que ayude a agilizar todas las tareas relativas a las NEAE
- Evitar duplicidades en las tareas, especialmente cuando hablamos de evaluación, informes o programación.
- Simplificar la programación y la evaluación.
- Dotar de horario de reducción suficiente al profesorado que trabaja para implantar un programa o proyecto en el centro y para las personas que los coordinan.
- Evitar enviar, leer o responder información laboral fuera de los horarios estipulados.
- Habilitar el correo electrónico como canal oficial de comunicación del profesorado con el centro, absteniéndose de utilizar WhatsApp, Facebook u otros canales para tareas docentes.
- Contar con más autonomía en los centros a la hora de realizar las programaciones, horarios y de organizar este trabajo de la manera en la que se decida en los claustros, así como para elegir con libertad los soportes de difusión que más se adecuen la comunidad educativa.
- Incrementar la plantilla de personal de Administración y Servicios en todos los centros y que asuman las gestiones administrativas que en muchos casos realizan los equipos directivos, jefes de departamento, coordinadores e incluso el profesorado.
En USTEA defendemos la necesidad de reducir las tareas burocráticas que mantienen actualmente asfixiados al conjunto del profesorado en los centros. Se debe confiar más en el personal docente. Tanta burocracia y control excesivo de nuestra tarea no hace más que reflejar la poca confianza que se tiene en el profesorado, que al final somos quienes aportamos calidad a la educación a pesar de la falta de inversión, las carencias a las que nos acostumbra la Administración y el desprestigio al que nos vemos expuestos continuamente.