En Andalucía solo hay una orientadora por cada 1.500 alumnos y Europa recomienda que haya una orientadora por cada 250.

El Fondo Social Europeo financia el programa PROA+ desde el 1 de septiembre y aún no ha comenzado.

La Consejería de educación y algunos sindicatos firmantes de vergonzosos acuerdos enmascaran un nuevo recorte del número de orientadoras; 300 menos para este curso, se contratará a 153 frente a los 470 del curso pasado. Intentan engañar a la comunidad educativa diciendo que es un aumento de plantilla. Y llueve sobre mojado ya que habíamos comenzado el curso con 2.800 docentes menos en nuestra comunidad. La Consejería de Educación y los sindicatos firmantes de esos acuerdos, en lugar de enorgullecerse, deberían avergonzarse.

La propia Consejería de Educación de La Junta de Andalucía admite que nuestra comunidad se encuentra en la cola de todos los indicadores educativos. El absentismo escolar en Andalucía es del 23,20%, las directrices europeas marcan que el tope debe ser del 9%, el abandono temprano del sistema educativo en nuestra comunidad está en el 21,8% Y nuevamente las directrices europeas marcan como tope un 9%.

Tenemos una orientadora por cada 1.000 o 1.500 alumnos, cuando Europa recomienda que haya una orientadora por cada 250, no llegamos a una orientadora  por centro, esto significa que el los equipos de orientación no pueden realizar su trabajo por falta de personal, no pueden cumplir la legislación vigente, no pueden realizar siquiera la tan necesaria evaluación psicopedagógica. Y ello en un contexto escolar y social en el que se ha producido un aumento de las conductas disruptivas y de los problemas de aprendizaje. Todo esto contribuye a una mayor dificultad de la inserción socio profesional de nuestros jóvenes en una sociedad y un mercado laboral constantemente cambiante y volátil en estos tiempos. Muchos de estos problemas podrían atajarse con una temprana y eficaz actuación de los equipos de orientación.

El Fondo Social Europeo destina a Andalucía casi 8 millones de euros para paliar esta deficiencia y financia el programa PROA+ que debería llevarse a cabo durante todo el curso, con inicio el 1 de septiembre, sin embargo, aún no ha comenzado.

El programa PROA+ es importante pero no deja de ser un parche más: debe haber un aumento de plantilla estructural de orientadoras y el PROA+ debe mantenerse mientras no se creen esas nuevas plazas estructurales. No todas las zonas se han beneficiado de este programa, hay comarcas donde las orientadoras abarcan tres e incluso cuatro centros.