El pasado 4 de septiembre la Junta convocó las plazas de maestros; hoy se han ofertado también de secundaria. Desde USTEA denunciamos otro parcheado que deja muchos centros con huecos en las plantillas.
Desde USTEA volvemos a mostrar su asombro y enfado ante las pobrísimas vacantes que se han convocado hoy por el programa SIPRI (Sistema de Provisión de Interinidades). Los datos repiten la tónica de la pasada convocatoria, y constata la poca previsión de la Junta de Andalucía.
Se han ofertado 1273 vacantes que se reparten mayoritariamente entre las 850 para secundaria y 148 para primaria. El resto forma parta de otros cuerpos docentes varios, donde destacan las irrisorias 10 plazas para orientación educativa. En cuanto a las sustituciones señalar que se han ofertado 2072 de las que 1790 son de primaria y el resto de otros cuerpos.
La Consejería minusvalora el trabajo docente; nombra a unos 1300 docentes para que se incorporen el mismo día que sus alumnado entre primaria y secundaria, lo que conlleva la nula preparación previa como es el conocimiento del centro, las características del alumnado, coordinación docente y la atención a las familias. En el caso de los maestros y maestras, que se incorporarán días más tarde que lo hagan su alumnado, sobrecargando el trabajo.
Apuntamos desde USTEA, que es muy “poco creíble” que 1790 sustituciones en primaria hayan aparecido desde el día 4 de septiembre, y tenemos constancias por las denuncias que las directivas tenían pedido esas plazas y añaden, que es una estrategia para ahorrarse dinero en la educación pública no convocándolas antes.
Apostillamos negativamente esta tardanza siga ocurriendo en secundaria y en posibles sustituciones. Ejemplo de ello es la localidad de Jerez de la Frontera, donde se publicaron el pasado viernes solo veinticuatro plazas de maestros y tres días más tarde cuarenta y cinco; donde en algunos centros como el Manuel de Falla o Elio Antonio de Nebrija, algunos docentes se van a incorporar más tarde que su alumnado.
Desde USTEA afirmamos que que sigue siendo nefasta la gestión de la educación pública por el gobierno andaluz, maltratando una vez más al profesorado y debilitando el sistema frente a su apuesta por la gestión privada de la educación andaluza.