USTEA ha denunciado la entrega de un premio en la categoría de Cultura y Educación por parte del Ayuntamiento de Almería, por la efeméride del 8 de marzo, a la directora del colegio privado Altaduna-Saladares, vinculado con el Opus Dei.
Esto ha desatado una fuerte controversia en la ciudad y en la comunidad educativa, ya que el centro educativo que dirige separa a niños y niñas en las aulas, con un modelo que choca con la lucha por la igualdad de género, especialmente en una fecha tan simbólica como es el Día Internacional de las Mujeres.
Este reconocimiento ha levantado ampollas en distintos sectores, provocando que los colectivos feministas y el sindicato de enseñanza USTEA, entre otros, manifestemos nuestro rechazo a lo que consideramos un mensaje contradictorio. Denunciamos que este premio no solamente ignora la importancia de la coeducación, sino que da por válido un modelo educativo que perpetúa diferencias de género en lugar de eliminarlas.
Desde USTEA somos tajantes: «No se puede defender la igualdad y, al mismo tiempo, reconocer a quienes separan a niños y niñas en las aulas»; la coeducación no es solo una metodología, sino una herramienta clave para construir una sociedad sin barreras de género.
El Ayuntamiento ha intentado justificar que se haya otorgado el premio en base a las circunstancias personales y no laborales, pero para USTEA y los colectivos feministas esto no es excusa alguna, ya que ambos aspectos van unidos. Aluden a que se reconoce la trayectoria profesional de la directora y afirman que la votación se dio en el Consejo Local de la Mujer
Pero las explicaciones no nos han convencido ya que consideramos que las instituciones deben ser coherentes con los valores que defienden; «No se trata solo de un reconocimiento individual, sino del mensaje que se está enviando a la sociedad.
El debate sobre la educación diferenciada no es nuevo. Sus defensores alegan que permite adaptar la enseñanza a las «diferencias naturales» entre niños y niñas, mientras desde USTEA advertimos que esto refuerza estereotipos de género y limita la interacción entre ambos sexos, no pone solución de los problemas educativos y va en contra de algo fundamental para la construcción de una sociedad igualitaria.
USTEA vuelve a poner sobre la mesa la responsabilidad de las instituciones en la promoción de una educación basada en la inclusión y la igualdad. En un momento en el que el feminismo sigue reivindicando espacios de justicia social. Esta polémica en Almería recuerda que cada decisión política tiene un impacto real en el camino hacia la equidad.
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