USTEA apoya y defiende las reclamaciones del profesorado de Centros de Educación Permanente (CEPER).

El profesorado de Educación Permanente, olvidado y sobrecargado; USTEA apoya y defiende las justas reclamaciones del profesorado de Centros de Educación Permanente (CEPER) ante la Consejería.

En los centros andaluces de educación permanente (CEPER) y sus secciones, el profesorado ayuda a cientos de personas adultas a aprender a leer, a obtener un título, a mejorar sus oportunidades laborales o, simplemente, a seguir creciendo. Este profesorado se dedica a la enseñanza para personas adultas e imparte la totalidad de los ámbitos de la Educación Secundaria. Sin embargo, históricamente, desde la Consejería se les niega el horario y complemento que corresponde a este cuerpo.

La injusticia se redobla en este curso: el profesorado de Educación Permanente —junto con el de residencias escolares, colegios rurales y equipos de orientación— ha sido inexcusablemente olvidado por el acuerdo firmado entre la Consejería y algunos sindicatos, pacto al que USTEA se opuso frontalmente. Este trato diferencial les niega la reducción de horario que sí se aplica al resto de compañeros y compañeras del cuerpo de maestros/as de Educación Infantil y Primaria.

Como consecuencia directa, los docentes de Educación Permanente están obligados a impartir 25 horas lectivas y a cumplir 30 horas de permanencia a la semana, una carga que anula su capacidad de disponer del tiempo imprescindible para la adecuada preparación de su trabajo en el aula.

A esta sobrecarga se suma la precariedad de recursos humanos en estos centros, que carecen de personal administrativo para gestionar el constante volumen de matrículas a lo largo del curso y de secretarios/as en sus equipos directivos. Ello obliga al profesorado a asumir íntegramente una carga burocrática insostenible que les desvía de su labor educativa.

Desde USTEA hemos llevado esta reivindicación a las mesas sectoriales de manera constante e incansable, y anunciamos que no cejaremos en nuestra lucha hasta lograr la justicia laboral y el reconocimiento de este profesorado. La defensa de estos centros es prioritaria, pues son imprescindibles en nuestra comunidad: llegan donde otros no llegan, especialmente en zonas rurales, barrios con menos recursos y comunidades muy diversas que encuentran aquí una oportunidad real de aprendizaje e integración.

Desde USTEA exigimos justicia, reconocimiento y dignidad para quienes enseñan cada día a construir presente y futuro.

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