STES-i, INTERSINDICAL EN LA QUE SE INCLUYE USTEA, PARTICIPA EN LAS PONENCIAS DEL II CONGRESO MUNDIAL CONTRA EL NEOLIBERALISMO EDUCATIVO CELEBRADO EN PANAMÁ DEL 5 AL 9 DE JUNIO

Asistimos en estos momentos al desembarco de las denominadas Ed Tech en la Educación. Desde su concepción de la educación como negocio, aprovechan las ideas de progreso y modernidad para imponer en el ámbito educativo una dependencia a determinados modelos de negocio asociados a nuevas corrientes pseudopedagógicas. Basta recordar cómo el gobierno andaluz ha abandonado el software libre y se encuentra pagando a Microsoft por el uso de Windows y la suite Office en los centros educativos. O también, como muchos centros andaluces utilizan Classroom como plataforma educativa, otorgando el control de la información del alumnado a Google. 

Cada vez son más las voces que se manifiestan contra la idea de considerar la educación como un bien de consumo en lugar de un derecho. En todos los continentes exponen la necesidad de evitar que la Educación sea concebida como negocio y como un producto que se compra y se vende: Un mercado que condena a la ciudadanía a ser cliente de por vida, como un “pago recurrente” a las grandes compañías. En este sentido, también debemos recordar la entrega en la Comunidad de Madrid de las Escuelas Infantiles a empresas de Florentino Pérez, de cómo en Andalucía se han externalizado los servicios complementarios como comedores, aula matinal, actividades complementarias, limpieza, … y más recientemente se ha externalizado la contratación de las PTIS, personal que atiende al alumnado NEAE.

Así mismo, en otra vuelta de tuerca más asistimos a la entrega de la Formación Profesional a las empresas a través de la denominada FP Dual, un método justificado como colaboración público-privada que va a suponer la financiación extra a estas empresas junto a una precarización de la profesión docente.

Las resoluciones aprobadas en este II Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo, promueven la idea de aunar esfuerzos colectivos bajo el lema: “NI SE VENDE NI SE RINDE” para evitar que la escuela sea un negocio y el profesorado se convierta en un repartidor low cost de una mercancía llamada Conocimiento.

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