El Pleno Federal de USTEA, reunido en Antequera los días 30 y 31 de enero de 2010, valora la propuesta aprobada en el consejo de ministros de retrasar la jubilación hasta los 67 años como una provocación a la clase trabajadora de este país, porque la medida en sí es una bomba contra las conquistas sociales y laborales y una falta de respeto a los millones de paradas y parados que soporta el sistema.
USTEA considera esta medida un retroceso insoportable, injustificado y de una tremenda injusticia con la clase trabajadora de este país. Cuando los índices de paro se han disparado enormemente urgen medidas de incentivación del empleo joven, en vez de taponar el acceso al mercado de trabajo manteniendo en activo a aquellos que han rendido suficientemente a lo largo de su dilatada vida laboral.
Por otro lado, el gobierno con esta medida viene a echar más leña al fuego de la contestación social frente a una crisis económicas que estamos soportando la clase trabajadora con despidos, imposibilidad de afrontar los gastos originados por la adquisición de las viviendas o las dificultades para acceder a créditos que permitan afrontar la crisis a los pequeños y medianos empresarios.
El retraso de la jubilación es regresiva socialmente porque es una medida que profundiza más aún en las diferencias sociales y laborales, incidiendo negativamente sobre las clases más populares, con trabajos más penosos, es por tanto de una tremenda injusticia porque además quiere hacer responsable a los trabajadores y trabajadoras de una supuesta crisis del sistema de pensiones, mientras se permiten jubilaciones multimillonarias y escandalosas, y blindajes a los altos ejecutivos, parlamentarios y empresarios, mientras se inyectan o se ponen a disposición de grandes empresas o bancos miles de millones de euros en subvenciones o depósitos de garantías, que salen de los bolsillos de las mismas personas que ahora ven amenazada esta conquista laboral.
Esta medida es de una incongruencia total con la política laboral practicada por este y anteriores gobiernos, donde se tolera e incluso propone e incentiva el despido y la prejubilación como una fórmula de descargar a las grandes empresas de su responsabilidad (las prejubilaciones suponen un recorte de ingresos equivalente al 6% del PIB), condenando a las trabajadoras y trabajadores prejubilados al cobro de pensiones inferiores y al sistema público de pensiones a una menor aportación por el propio trasvase de activos a prejubilados.
USTEA se suma a las voces de rechazo y llamará a la movilización social unitaria si el Gobierno Socialista sigue adelante con la medida. Así mismo, USTEA cree que el sistema es viable y exige una política económica y social que redistribuya hacia estas partidas los ingresos del estado, si así fuese necesario. USTEA reivindica el derecho a la jubilación voluntaria anticipada a los sesenta años o treinta de servicio para todos los empleados públicos.
USTEA reclama a los agentes sociales que forman parte de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo que frenen de raíz esta propuesta, propuesta que no se hubiera atrevido a poner encima de la mesa un gobierno de derechas.
Antequera, 31 de enero de 2010