El pasado 12 de diciembre se celebró en la ciudad de Granada un Pleno del Consejo Escolar de Andalucía. Fue el Pleno de estreno del Presidente recién nombrado por la actual Consejería de Educación y FP, Manuel Pérez García, justo antes de este nombramiento, ostentaba la Secretaría de Acción Sindical y era representante provincial de un sindicato de profesorado, con una dilatada experiencia negociadora en mesas sectoriales y técnicas de educación.
Las intenciones del que ostenta tal Presidencia en un órgano consultivo de enjundia de la Consejería son legítimas: “Desde este ágora pretendo colaborar con todos los sectores representados elevando las propuestas de mejora acordadas a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional.” Cita de la página del mismo CEA: https://www.juntadeandalucia.es/educacion/vscripts/w_cea/presentac.html
El Pleno estaba convocado para votar las enmiendas a los diferentes Proyectos de Decreto por el que se establece la ordenación y el currículo de las diferentes etapas educativas (Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato). Como no podía ser de otra manera, USTEA, junto a otros sindicatos y diferentes sectores representantes de la comunidad educativa, redactó enmiendas cuyo sentido se dirigían a la mejora de la educación en cada una de las etapas, incluso desde un punto de vista de la importancia social, no sólo educativa, como es la gratuidad de la Educación Infantil 0-3 en el borrador de Decreto de Infantil.
Una gran mayoría de enmiendas estaban relacionadas con la inclusión de recursos humanos en relación con el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo, como la que presenta USTEA y hace referencia a la inclusión de profesionales de Aulas Temporales de Adaptación Lingüística no compartidos entre centros, o el establecimiento de criterios clarificadores de ratio alumnado con NEE y profesionales PT o AL. La explicación de votar en contra de estas enmiendas tuvo el espurio argumento por parte de los representantes designados por la administración de que “no compete en un decreto de ordenación de etapa la regulación de los recursos humanos”. Bien sabido es, que no hay ningún decreto de etapa que regule los recursos humanos del ACNEE en las aulas, que en cada borrador de esos decretos existe un capítulo llamado “Atención a la diversidad y a las diferencias individuales” y que bajo el principio legal permissum videtur id omne quod non prohibitur, es decir, que se considera permitido todo lo no prohibido, nada impide que la regulación de los recursos humanos de ACNEAE se contemple en esos decretos.
Fueron en total 98 enmiendas presentadas. Se votaron en contra 97 de ellas, podríamos decir, aunque todas constituían mejoras del sistema educativo en las diferentes etapas, tuvieron el voto negativo de los sectores constituidos por los representantes de la administración, incluido el del Presidente del CEA. Sólo una enmienda ganó la votación, la misma provenía de USTEA y estaba relacionada con introducir el tratamiento de la Educación Sexual como parte trasversal e interdisciplinar en el currículum de la ESO. Nos alegramos de que esa enmienda, presentada por USTEA, haya tenido más votos a favor que en contra, aunque sabemos que dicha decisión del CEA no es vinculante para la administración, esperemos así que la misma la tenga en cuenta, por el bienestar de esta sociedad.
Finalmente, el Presidente del CEA aludiendo al consenso, pero sin hacer uso del mismo, propone que el nombramiento de la Vicepresidencia del CEA recaiga sobre Juan Pablo Luque Martín, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos. Cerrando filas en una Directiva sin paridad.