La falta de mantenimiento provoca la clausura de otro colegio público en Málaga y la dispersión de su alumnado. La Junta ha recortado 227 clases y ha clausurado dos colegios públicos desde la llegada al poder de Moreno Bonilla
La falta de mantenimiento en las infraestructuras del CEIP Domingo Lozano, en la barriada malagueña de Carranque, ha obligado a su cierre, como ya ocurrió en 2019 con el CEIP Intelhorce. El 20 de diciembre, dos días antes de las vacaciones de Navidad, se informó a las familias que este colegio público quedaba clausurado, porque las instalaciones no son seguras. Asimismo, se informaba de que sus 262 alumnos y alumnas empezarían el segundo trimestre repartidos en diferentes centros.
El cierre del Domingo Lozano es la crónica de una muerte anunciada, pues como denuncian desde USTEA-Málaga: “lo han dejado caer. Se ha estado impartiendo clases con más de 250 niños y niñas dentro, sabiendo que el edificio no estaba en condiciones”.
El AMPA y las familias exigen el reagrupamiento de todo el alumnado en un mismo centro alternativo del barrio, como medida de urgencia, mientras se solucionan los problemas del edificio del Domingo Lozano. La solución planteada por la administración no responde a las necesidades del alumnado y sus familias, pues como denuncia el AMPA, implica la separación de hermanos y hermanas, el traslado a centros alejados que supone una dificultad insalvable para personas con discapacidad o con horarios de trabajo que no permiten estos desplazamientos, entre otros problemas.
Desde el lunes 8 de enero, cuando los niños y niñas del Domingo Lozano debían haber vuelto a sus clases, las familias han organizado protestas exigiendo una solución sin que la administración las haya atendido hasta el momento.
Esta no es la primera ocasión en que la falta de mantenimiento provoca el cierre de un colegio público. En septiembre de 2019, el CEIP Intelhorce fue cerrado por las mismas causas y sus 111 alumnos y alumnas fueron reubicados en el CEIP El Tarajal, donde continúan a día de hoy. Las familias tienen que desplazarse a la ubicación provisional en coche o autobús a tres kilómetros de su barrio. Esta situación ha llevado a que el colegio pierda 42 alumnos y alumnas y una clase de Infantil completa. La obra del colegio que se prometió en tiempo de elecciones ni siquiera se ha iniciado.
USTEA denuncia que, además de la evidente dejadez y despreocupación por la Educación Pública, estas situaciones evidencian que se trata de una estrategia consciente: dejar caer las instalaciones hasta forzar el cierre de colegios públicos. Recordamos además que la provincia de Málaga ha perdido 227 clases públicas de Infantil y Primaria, desde la llegada al poder de Moreno Bonilla. En el conjunto de Andalucía, la administración ha recortado 1.943 clases públicas.
Exigimos que las necesarias reformas estructurales de los centros educativos se acometan inmediatamente. Apoyamos las reivindicaciones de la comunidad educativa del Domingo Lozano y del conjunto de la Educación Pública andaluza y seguiremos luchando para que el dinero público se invierta en el correcto mantenimiento y acondicionamiento de los colegios públicos andaluces y exigimos que esas reformas estructurales acometan inmediatamente.