USTEA Granada, integrante de la Mesa por el Clima, estará el próximo sábado en la manifestación reclamando la bioclimatización de los centros educativos.
MANIFIESTO DE LA MESA POR EL CLIMA DE GRANADA
Ya no existen dudas de que los impactos del cambio climático afectan cada vez más severamente a todo nuestro planeta. Incidirá negativamente en la salud y en la esperanza de vida de muchas poblaciones, en el mantenimiento de diversos sectores productivos y empleos, en la pérdida acelerada de la biodiversidad y en los costes económicos y sociales que muchas ciudades y pueblos tendrán que afrontar para paliar sus efectos.
El cambio climático frena el desarrollo de los pueblos, dificulta la erradicación de la pobreza e incrementa la desigualdad tanto entre países como en el interior de cada país.
Tenemos responsabilidades en las emisiones de gases de efecto invernadero por nuestro comportamiento en el consumo o en el transporte. Las grandes corporaciones hacen negocio manteniendo un sistema productivo contaminante, siendo el auténtico freno para el cambio a un modelo de producción y consumo limpio y sostenible, al influir en las políticas de los gobiernos.
El cambio climático está directamente relacionado con el actual modelo energético basado en combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) cuya quema libera a la atmósfera CO2. Por ello, es necesaria y urgente la transición hacia un modelo energético renovable, eficiente, sostenible y justo, que garantice el acceso universal a la energía. Los recursos renovables son locales, crean empleo local con mayor número de puestos de trabajo y contribuyen a un aire más limpio y saludable para las personas.
Estos cambios han de implicar un mayor control social y ciudadano sobre los recursos y suministros, una mayor soberanía energética. La ciudadanía, en cuanto que consumidora, ha de tener la información necesaria para incidir en una mayor demanda de productos y servicios sostenibles a lo largo de toda su cadena de valor y especialmente en la gestión de su demanda energética y en el autoconsumo con energías renovables.
El informe del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas afirmaba en octubre de 2018 que disponemos sólo de 12 años para actuar con decisión. Tanto ellos como en la Cumbre de Polonia recomiendan no superar 1,5 ºC, ya que por encima de 2ºC podemos entrar en situaciones de irreversibilidad y colapso.
España ya se está viendo afectada por el incremento de los incendios forestales, sequías y aumento del nivel del mar entre otros impactos. Es preciso adoptar ambiciosas medidas de reducción desde ahora mismo para cerrar la brecha de emisiones antes de 2025, especialmente por parte de los países desarrollados.
Es necesario mantener un gran nivel de ambición en la reducción de emisiones a nivel mundial que nos encamine hacia un escenario global de cero emisiones. En todos los sectores es urgente poner en marcha medidas para reducirlas, y todas las ciudades y pueblos deben hacer esfuerzos para la mitigación, bajo el principio de las responsabilidades compartidas y diferenciadas, según su grado de desarrollo e industrialización.
La transición a un nuevo modelo de producción y consumo sostenible y decreciente no puede hacerse sin proteger a los trabajadores afectados. Una transición justa exige garantizar nuevas oportunidades de empleo de calidad y eso sólo puede hacerse con políticas públicas, planificadas y sostenibles.
Tan importante como mitigar el cambio climático es implementar compromisos de adaptación para favorecer la capacidad de las personas de resistir sus efectos, incluyendo las reparaciones para las más empobrecidas y marginadas que no han causado el cambio climático, con programas específicos también en todos los niveles competenciales.
Un aspecto clave será la existencia de financiación suficiente y adicional para las políticas de mitigación y para las de adaptación, ayudando a desarrollar el cambio hacia un modelo bajo en carbono, impulsando particularmente las renovables y la eficiencia energética.
Para afrontar los retos climáticos hace falta una acción política clara, urgente y transformadora. Esto sólo se conseguirá con una ciudadanía consciente de los problemas y de las soluciones, una ciudadanía exigente y movilizada.
Frente al cambio climático ¡cambiemos de modelo!