Durante mucho tiempo las mujeres hemos estado condenadas en la oscuridad. Poco a poco nos hemos hecho visibles, pero hay un resquicio en el que aún estamos ocultas: El lenguaje. Esto es un serio problema porque es una de las formas más sutiles de discriminación a la mujer y más difíciles de detectar. Además, las pocas personas que sí se percatan de ello, no le dan la importancia que requiere. Lo ven como un tema de segunda. En realidad, el lenguaje es una de las formas más importantes para luchar contra el patriarcado, puesto que modela comportamientos. Cambiarlo sería un paso más a la igualdad.
El lenguaje, la gran violencia a la mujer
29 - abril - 2016 Espacio feminista | Opinión | Prensa