Tradicionalmente, en educación, Junio se asocia con la evaluación. Una evaluación que suele quedarse en el alumnado y en el profesorado. Sin embargo, USTEA, más aún cuando finaliza un mandato directivo, cree necesario que la evaluación alcance a los poderes legislativos y ejecutivos de la Junta de Andalucía.
La evaluación podría ser muy extensa y variada, pero hemos decidido poner el foco en el terreno de la atención a la diversidad. Así queremos preguntar y denunciar:
– ¿Dónde quedaron los borradores de Decreto sobre Compensatoria y sobre inclusión?
– ¿Qué pasa con las plazas estructurales relacionadas con la atención al alumnado de necesidades educativas, de apoyo educativo o de necesidades educativas especiales y la falta de cobertura de las plazas de los EOE especializados? La oferta de plazas es irrisoria. Además de no satisfacer las necesidades de personal que tienen los centros, también compromete la llegada de los fondos europeos.
– ¿Por qué se da prioridad, por primera vez, en la normativa a los conciertos de aulas y recursos con empresas privadas frente a centros y recursos públicos?
– ¿Por qué sigue sin fijarse unas ratios máximas de alumnado para los/as profesionales de atención a alumnado con NEAE en aulas y centros ordinarios.?
– ¿Por qué no contamos con criterios claros que determinen las situaciones de profesorado de atención a la diversidad itinerante o que comparten centro que permitan una buena planificación?
– ¿Por qué un servicio tan básico de acceso a la enseñanza que realiza el personal técnico de integración social se convierte en un servicio complementario? ¿Por qué no llega a cubrirse ni el 20% de la demanda de estas/os profesionales? Su necesidad se fundamenta en un documento que la propia Consejería de Educación realiza a través de los orientadores/as como son los dictámenes de escolarización y que luego no cumple.
– ¿Por qué la ratio de orientadores/as en Andalucía es en torno a 1 por cada 1400 alumnas/os cuando la Unesco recomienda 1 por cada 250? La falta de orientadores/as y del resto de los profesionales que se ocupan del alumnado con necesidades hace inviable la realización de su trabajo de forma adecuada, a ello hay que sumar el exceso de burocracia que resta un tiempo muy necesario para la atención directa.
– ¿Por qué la oferta formativa en los centros de profesorado es mínima en NEAE o NEE? Esto origina malas praxis y falta de personal para cubrir puestos específicos, y conlleva que el profesorado que quiere formarse en estas áreas lo haga a costa de su bolsillo fuera de su empresa, la Consejería de Educación.
– ¿Por qué se crean a cuentagotas aulas específicas cuando la demanda de esta tipología de aulas es altísima en muchas localidades y se apuesta sin embargo por aulas con ratios por encima de lo que marca la ley?
Podríamos seguir, desgraciadamente, haciendo preguntas y más preguntas.
En USTEA nos hubiese gustado que nos contestaran a estas preguntas que les hemos formulado infinidad de veces en mesas técnicas, en mesas sectoriales, en diferentes foros a los y las responsables de la Consejería, a sus Delegados/as Territoriales. Sin embargo, llegamos al final de esta legislatura sin respuestas. La realidad la conocemos: una falta de recursos personales y materiales para la atención al alumnado NEAE y NEE.
Con este escrito queremos, no solo evaluar, con resultado claro de SUSPENSO, la inacción de la Consejería, sino que queremos poner sobre el tapete del debate electoral el tema de la educación especial. El profesorado, las familias y, por supuesto, el alumnado andaluz merece que sean tratados como ciudadanos y ciudadanas de primera y no como hasta ahora, como un gasto en ciudadanos y ciudadanas de segunda. Para ello es vital que se apueste, al contrario que se ha estado haciendo en estos cuatro años, por la Inclusión.
Esperemos que el futuro gobierno andaluz apueste por la Educación Pública. Una Educación Pública de calidad donde tenga cabida toda la heterogeneidad de la sociedad andaluza. Lo que si sabemos ya, es que USTEA seguirá ojo avizor, vigilando que el profesorado, las familias y el alumnado de Educación Especial tenga recursos suficientes y adecuados.
Andalucía, 2 de junio de 2022