El Espacio Feminista de USTEA celebra el fallo de la Audiencia Provincial de Sevilla en el que se condena a Manuel Medina Muñoz al pago de una multa y de una indemnización a la parlamentaria Teresa Rodríguez.

Con esta condena se deja por fin sentencia de que no podemos permitir que se sigan naturalizando este tipo de abusos, disfrazándolos de “bromas”, y que tienen como fin degradar y ridiculizar a la víctima, por parte de la sociedad en general.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado al pago de una multa, por un delito de abuso sexual, de 13.800 euros al empresario Manuel Medina Muñoz que simuló besar a Teresa Rodríguez el pasado 20 de diciembre de 2016. Además, el acusado deberá indemnizar a la parlamentaria con 2.500 euros por daños morales, ya que la Audiencia considera que “es indudable que los hechos descritos en el relato de hechos probados en esta resolución provocan en cualquier persona, sin necesidad de mayor prueba, un innegable impacto psíquico, desazón e incluso humillación, que ha de ser compensado”, considerando además que “es indudable que la conducta llevada a cabo por el acusado tenía un inequívoco significado sexual”.

Las mujeres históricamente hemos sido, y somos, sometidas a violencias en los distintos ámbitos de nuestra vida, tanto pública como privada, que de una forma u otra han acabado siendo normalizadas. Y es por ello que vemos la necesidad de aplaudir esta sentencia, en tanto que un acto normalizado pasa a denominarse como lo que es, un abuso sexual.
A raíz de esta sentencia, desde el Espacio Feminista de USTEA queremos hacer una reflexión tras haber escuchado multitud de comentarios restando importancia al asunto e incluso que ridiculizan y tachan de exageración por parte de la víctima de lo ocurrido: Estamos ante un caso en el que la víctima es una mujer reconocida, una parlamentaria, ¿qué habría ocurrido si el momento no se hubiese grabado por las cámaras y solo hubiésemos tenido el testimonio de Teresa Rodríguez? ¿Hubiera fallado del mismo modo la Audiencia?

Ante el intento de restar importancia a este acto de abuso cometido contra una figura pública de la política, nos preguntamos qué habría ocurrido si la denuncia la hubiera interpuesto una mujer anónima.
Además, hemos visto y sufrido como desde numerosos medios de comunicación se ha puesto el foco en la víctima y no en el autor de los hechos, a quien incluso se le ha ocultado el nombre pasando a ser llamado como “el empresario”. ¿No sería lo correcto poner el foco en el agresor y dejar de someter a la víctima a una exhibición pública que conlleva daños morales en tanto que parece que se le juzga públicamente por denunciar este acto?

Desde el Espacio Feminista de USTEA exigimos que se condenen este tipo de actuaciones y que se deje de banalizar el abuso y las agresiones sexuales hacia las mujeres. Nos reiteramos en que es inadmisible que las mujeres sigamos sufriendo estos ataques y que jurídica y socialmente sigan sin condenarse estas actuaciones machistas. Queremos mostrar desde aquí nuestro apoyo a todas aquellas personas que se atrevieron a denunciar y no fueron escuchadas o se vieron juzgadas por hacerlo, y queremos también animar a todas las mujeres que sufran este tipo de agresiones a que denuncien, que lo hagan por ellas y por todas las demás.

Por último, nos vemos en la obligación de exigir también a los medios de comunicación dejar de enfocar estas noticias en las mujeres víctimas, ya que estas deben ser protegidas, y que empiecen a poner el foco en el agresor, que es quien debe ser juzgado. No vamos a seguir tolerando los juicios públicos hacia mujeres víctimas de agresiones machistas.