En el Día Universal de los Derechos de la Infancia, se recuerda algo que no debería olvidarse nunca y bajo ninguna circunstancia: todas las niñas y niños del Mundo tienen derecho a vivir una infancia en bienestar.
El 20 de noviembre de 1959 la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño y en la misma fecha, treinta años después, en 1989 con la Convención sobre los Derechos del Niño, se acordó su cumplimiento obligatorio para todos los países firmantes.
La Convención sobre los Derechos de la Infancia consta de 54 artículos que incluyen una serie de derechos a todas las personas menores de dieciocho años, independientemente de su raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, posición económica, impedimentos físicos, nacimiento o cualquier otra condición. Entre los derechos reconocidos: a la vida, a la protección frente a cualquier discriminación, a no sufrir ninguna forma de abuso físico o explotación, a su bienestar y cuidado, a su desarrollo, a preservar su identidad, a la no separación de su familia, a expresar su opinión, al más alto nivel de salud posible, a asistencia social, al juego y el disfrute, entre otros.
Millones de niñas y niños ven vulnerados sus derechos más básicos a diario. Esta debe ser una absoluta prioridad para cualquier institución y organización en todo del Mundo, todos y cada uno de los días del año, hasta que los derechos de la infancia sean una realidad en cada rincón del Planeta. Desde USTEA, como sindicato y como docentes que trabajamos a diario con niñas y niños en los pueblos y barrios de Andalucía, somos muy conscientes del incumplimiento, también en nuestra tierra, de muchos de estos derechos. Esta es una preocupación constante y revertir esta situación, uno de los pilares de nuestro trabajo y acción sindical.
Uno de los derechos básicos de todas las niñas y niños es el Derecho a la Educación. USTEA defiende la Escuela Pública como la única garante de una educación en igualdad y libertad, desde la que construir un futuro más libre y más igualitario. La Educación Pública tiene mucho trabajo por hacer en el camino hacia una educación verdaderamente inclusiva, igualitaria y de calidad para todos los niños y niñas. Avanzar en ese camino, día a día, es nuestro principal objetivo y motivación.