La Junta de Andalucía avanza implacable en la privatización y liberalización de la educación extendiendo la subvención de centros privados con fondos públicos: 72 millones de euros más para los conciertos educativos en los presupuestos de 2025, los cuales ya superan los 1000 millones. Además, son numerosos los estudios que señalan a estas políticas como causas directas de la segregación escolar por razones socioeconómicas y de la proliferación de centros gueto.
La segregación escolar es el fenómeno por el cual los y las estudiantes se distribuyen desigualmente en las escuelas en función de alguna de sus características y constituye, por tanto, uno de los factores que contribuyen en mayor medida a impedir una verdadera igualdad de oportunidades, generando desigualdad social. Su existencia, bien sea por el país de nacimiento del alumno o alumna, por su pertenencia a un grupo étnico-cultural, por la situación socioeconómica de las familias o, incluso, por el rendimiento académico previo, contribuye a la generación de fenómenos de exclusión y desintegración social.
Como vemos, el fenómeno de la segregación escolar menoscaba el papel que la escuela debe jugar en favor de la equidad y cohesión social de manera que, cuando esta se produce, se convierte en un factor que reproduce, legitima y potencia las desigualdades. Es por ello que, desde USTEA, siempre hemos defendido una concepción de la escuela cien por cien pública, plenamente inclusiva y el abandono de cualquier práctica segregadora. Esta defensa nos conduce, como no podía ser de otra manera, a un rechazo frontal de todas aquellas políticas educativas que conllevan un aumento de los índices de segregación en nuestro sistema educativo.
El estudio publicado por Save the Children en septiembre de 2024 https://www.savethechildren.es/notasprensa/el-coste-de-las-escuelas-concertadas-es-inasumible-para-las-familias-con-menos-recursos comenta que las escuelas concertadas se financian en parte de las familias del alumnado, lo que hace inasumible este gasto para muchos de ellos. Esta sobrefinanciación no es legal en el ámbito legal andaluz pero la consejería de Educación y su modelo ideológico miran para otro lado.
Estos requerimientos vienen en el articulo 14 de la LOMLOE: “El concierto educativo obliga al titular del centro privado a impartir gratuitamente las enseñanzas del concierto de acuerdo con los correspondientes programas y planes de estudio y con sujeción a las normas de ordenación académica en vigor.”
Es más, el artículo 14 punto 2 especifica lo siguiente: “Por la impartición de las enseñanzas del nivel educativo objeto del concierto no se podrá percibir concepto alguno que, directa o indirectamente suponga una contrapartida económica por tal actividad.”
Queremos señalar que la mayoría de los centros privados concertados cobran cuotas casi obligatorias a las familias camufladas en la obligatoriedad de adquirir el uniforme escolar, la agenda escolar, materiales, la asistencia obligatoria en muchos casos a extraescolares o clases de apoyo, las cuotas ‘voluntarias’ por mantenimiento del centro, etc.
En USTEA estamos plenamente comprometidos con la construcción de una escuela plenamente inclusiva que no segregue al alumnado y que, por tanto, no contribuya a la reproducción y consolidación de las desigualdades sociales. Siempre hemos defendido y seguiremos defendiendo una única red cien por cien pública como única manera de garantizar una educación de calidad para todos y todas, a favor de la equidad y donde no se deje en la cuneta a nadie como consecuencia de sus circunstancias socioeconómicas. Por ello lucharemos contra la privatización de nuestro sistema educativo mediante la subvención de centros privados, porque es completamente inaceptable que se financie con fondos públicos unas políticas que provocan segregación escolar y provocan mayores desigualdades educativas y sociales. Animamos al conjunto de la Comunidad Educativa de la escuela pública andaluza a que luche por defenderla, porque ha de ser una tarea irrenunciable de todas y todos los que creemos en la Educación Pública el constituirnos como obstáculo insalvable para quienes pretenden destruirla.