La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía está distribuyendo durante estas semanas los equipos informáticos que, en su línea triunfalista habitual, anunciara a bombo y platillo en los medios de comunicación por importe de 45 millones de euros a finales de julio pasado, sin que haya supuesto una solución real al problema que pretendía solventar.
Los equipos portátiles se han adquirido para poner a disposición de los centros educativos ordenadores, que son cedidos al profesorado, para evitar que sigan llevando a cabo labores profesionales inherentes al puesto que desempeñan con sus propios medios personales, tal y como ocurrió durante el pasado confinamiento.
Saludamos, como no puede ser de otra forma, que la CED haya reconocido y llevado a la realidad las exigencias que USTEA ha venido haciendo sobre la necesidad de que se dotase al profesorado, en este caso, de las herramientas necesarias para el desarrollo del trabajo docente.
Los equipos puestos a disposición del profesorado, debido a la configuración restringida de acceso que el profesorado tiene asignada, no llegan a cumplir con las expectativas mínimas de uso profesional, ni de utilidad imprescindibles. A modo de ejemplos, la simple instalación de un navegador diferente al preinstalado es misión imposible, de igual manera que si se utiliza alguna plataforma de videoconferencia que necesite la descarga e instalación de la aplicación de escritorio. Es importante mencionar la incidencia que presenta una partida importante de los equipos distribuidos en la provincia de Sevilla: no tienen instalados los drivers necesarios (pequeño programa de software) que permiten el uso de los micrófonos integrados en el ordenador, y que por lo ya dicho anteriormente, tampoco puede hacer el profesorado por propia iniciativa.
Entendemos que los errores ocurren, de hecho hay personas que se encargan de hacer llegar a los equipos propiedad de la Consejería las actualizaciones de drivers o de las aplicaciones necesarias para el buen funcionamiento de los equipos. Pero lo que nos parece intolerable es que después de que la anterior administración mermara al equipo del Centro de Gestión Avanzado (CGA) encargado de hacer las intervenciones anteriores, reduciéndolo hasta niveles que hacen que cualquier trabajo o solución de problemas se hagan eternas por la falta de personal, la actual administración no haya revertido esos recortes, aumentando la plantilla y dotándola suficientemente, más previendo el horizonte de aumento de equipos informáticos para gestionar y el consiguiente incremento de demanda y necesidades de los centros educativos de manera adecuada dadas las circunstancias.
Cuarenta y cinco millones de euros de dinero público repartidos entre lo privado, de los que nunca vimos pliego de condiciones ni contrato, como tampoco lo hemos visto con el tan aireado acuerdo con Microsoft y Google suscrito recientemente, cuarenta y cinco millones de euros gestionados por una Consejería que, en su afán de ganar notoriedad ante la ciudadanía, olvida lo más elemental: ser útiles y facilitar el trabajo del profesorado andaluz.
Andalucía, 13 de diciembre de 2020