El viernes 12 de julio de 2019, la Caravana Abriendo Fronteras partirá desde diversos lugares del Estado Español y viajará durante nueve días a la Frontera Sur de Europa pasando por Granada, Motril, Tarifa, Ceuta, Algeciras, Jerez, Sevilla, Lepe y la comarca de la huerta onubense.
La elección de la Frontera Sur (Andalucía, Ceuta) como destino de la Caravana Abriendo Fronteras 2019, viene motivada por las siguientes razones:
Andalucía es la región de Europa con mayor número de llegadas de personas migrantes (cerca de 58.000) en 2018 (+ 6583 en Ceuta y Melilla). Esto ha provocado un aumento sustancial de las personas muertas (1064) en las costas andaluzas del Mar Mediterráneo. El incremento de llegadas ha sacado a la luz las graves deficiencias del sistema institucional de acogida en Andalucía, con el consiguiente envío de las personas que llegan a diferentes ciudades del Estado Español en su camino hacia otros países de Europa, así como una involución en la política migratoria del Gobierno que además de mantener los ilegales instrumentos de detención y retención de las personas migrantes, ha realizado devoluciones en caliente de cientos de personas, y ha prohibido a los barcos Open Arms y Aita Mari realizar su trabajo de salvamento de migrantes en el Mediterráneo.
A raíz de las elecciones autonómicas en Andalucía gobierna una coalición de partidos de derecha y extrema derecha, que usaron y siguen usando a las personas migrantes como chivo expiatorio de sus reaccionarios programas electorales y actuaciones políticas. Esta situación plantea un reto enorme a todas las organizaciones sociales y a quienes pretendemos poner en el centro de la vida la solidaridad con las personas excluidas, invisibilizadas y explotadas, así como la defensa de los derechos humanos.
Ceuta es una ciudad donde la cuestión migratoria está presente en la vida diaria y donde las organizaciones que trabajan en favor del respeto a los DD.HH. encuentran grandes dificultades y escaso apoyo en la población. La presencia de la Caravana puede resultar un apoyo significativo para el reconocimiento y el impulso de su trabajo tal y como ocurrió en Melilla en 2017.
En la provincia de Huelva existe una situación de las condiciones de vida en los asentamientos, de explotación laboral en las tareas agrícolas y violencia sexual sobre las mujeres temporeras, absolutamente insoportables. Las autoridades locales, Inspección de Trabajo, organizaciones sociales y buena parte de la población miran para otro lado sacrificando en aras del beneficio económico los derechos humanos de las personas que con su trabajo producen la riqueza. Los grupos que luchan contra esta situación necesitan que las movilizaciones y las denuncias tenga un eco más allá de la provincia de Huelva.