La pandemia causada por el COVID-19 ha destapado muchas carencias estructurales de nuestro sistema educativo público y ha puesto de manifiesto cómo las desigualdades sociales afloran especialmente en el ámbito educativo. Las clases a distancia proporcionan una educación limitada y en ningún caso pueden sustituir de manera permanente la actividad lectiva presencial, a pesar de que haya supuesto una aceptable solución improvisada a un problema no previsto.
Es por ello que consideramos que se deben realizar todos los esfuerzos necesarios para que, siempre que la situación sanitaria lo permita, la actividad lectiva pueda desarrollarse de modo presencial, asegurando la salud de todo el personal que asista al centro. La puesta en marcha de todas las medidas destinadas a adaptar el ámbito educativo al contexto de la pandemia supone un gasto extraordinario para las Comunidades Autónomas que deberán contar con Fondos Adicionales Estatales para hacer frente a los mismos.
- Organización escolar adaptada a la pandemia
1.1- Limitación de ratio
Ahora más que nunca se hace imprescindible la reducción de la ratio alumnado/docente. Las informaciones actuales nos hablan de las diferentes maneras con las que enfocan las distintas Consejerías de Educación el número de estudiantes que pueden permanecer al mismo tiempo en el aula. Mientras Cataluña señala un límite de 12 en infantil y primaria y 15 en Secundaria, la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía ve inviable esta reducción y la planificación sigue siendo una incógnita a estas alturas.
La reducción de ratio a un máximo de alumnas/os por aula menor al que establece la legislación actual, no puede ser una simple recomendación o una facultad que quede en manos de la voluntad de las administraciones educativas autonómicas. Será necesario concretarlo en una norma básica del Estado que con carácter potestativo homogeneice esta situación en todas las aulas de toda la red de centros educativos del Estado español. Esta reducción de ratios debe ir acompañada del refuerzo de las plantillas de docentes y desdobles para alcanzar esas ratios.
1.2- Información y Formación
La información y sensibilización sobre las medidas de prevención del riesgo de contagio del virus debe ser otra de las claves. Hay que reivindicar la figura de “coordinador/a de riesgos laborales” para todos los centros educativos.
1.3- Personas de especial vulnerabilidad
Habrá que prever que puede haber momentos en los que las personas especialmente vulnerables (enfermedades respiratorias, tratamientos de cáncer, inmunodeprimidas, …etc) puedan no acudir a los centros si la situación sanitaria así lo aconseja.
1.4- Personal sanitario especializado
Sería conveniente la presencia con carácter permanente de personal sanitario especializado en cada centro.
1.5- Conciliación
En el caso de establecimiento de turnos (mañana/tarde) o alternancia en la actividad lectiva presencial (tiempo en casa/tiempo en el centro educativo) habrá que hablar de las consecuencias que para la conciliación van a tener los distintos escenarios que estamos analizando, y las medidas que las diferentes administraciones deberían adoptar para abordar esta problemática. Es necesario aplicar políticas de coordinación entre las distintas Administraciones Públicas para que espacios al aire libre, centros sociales, casas de juventud, bibliotecas públicas, … etc. puedan atender al alumnado que no le toque ir al centro.
1.6- Entornos educativos y adaptación de las infraestructuras.
Es urgente la adecuación de los edificios destinados a centros educativos, acometiendo de manera urgente la bioclimatización de los mismos y la actualización de los suministros de luz, agua, etc.
También sería deseable la peatonalización del entorno de los centros educativos y la previsión de rutas verdes para poder acceder a los centros, garantizando la distancia social y el uso de bicicletas y otros medios de transporte no contaminantes y de uso individual.
- Programación didáctica de cursos y áreas
La adaptación de los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias para prestar especial atención a los saberes y competencias fundamentales y para recuperar los déficits ocasionados es otra exigencia ineludible para el próximo curso. El inicio de curso debe ir acompañado de una detección inicial de las necesidades educativas de cada estudiante, tras la suspensión de la actividad lectiva presencial desde mediados de marzo.
Ha de tenerse en cuenta la importancia de la recuperación física y emocional, tanto del alumnado como del profesorado, tras la experiencia de estos últimos meses. Realizada la evaluación personalizada de las necesidades educativas de cada alumna y alumno procede una revisión del currículo para adaptarlo, en su caso, a las necesidades de cada alumna y alumno.
Para la adaptación de currículos y programaciones será necesario poner en marcha estrategias novedosas que nos permitan adaptarnos a distintos modelos de enseñanza: metodologías, reorganización de materias, horarios, agrupamientos, codocencia o cooperación entre docentes, etc.
- Dotación tecnológica
Para conseguir una enseñanza inclusiva es imprescindible atajar cualquier situación de desigualdad, lo que incluye el acceso a los recursos materiales necesarios. El alumnado que lo precise debe disponer de un equipo informático y la conectividad acordes con sus necesidades.
También es necesario contemplar medidas que faciliten al profesorado contar con los recursos tecnológicos adecuados para prestar en las mejores condiciones la atención educativa telemática, sin necesidad de utilizar sus propios recursos personales.
- Plan de refuerzo de la competencia digital
Es necesario potenciar la formación específica del profesorado en las tecnologías de la información y la comunicación, establecer la figura del docente coordinador TIC en cada centro, que disponga de la suficiente dedicación horaria efectiva en su horario lectivo, así como del material técnico necesario, coordinación y contacto permanente con los responsables de la Unidad Técnica de Informática de su Consejería de Educación.
Este Plan debe contemplar además un impulso de las bibliotecas escolares, concebidas como centros de recursos integrados para la enseñanza y el aprendizaje, que contemple una inversión adecuada en recursos materiales y la dotación de personal específico con la suficiente carga horaria para desarrollar programas de formación de usuarios de las tecnologías de la comunicación y de alfabetización en información digital.
Asimismo hay que garantizar el uso de plataformas propias para poder desarrollar la actividad telemática, evitando la utilización de las plataformas comerciales que ponen en jaque la privacidad y los datos personales.
La posibilidad de un nuevo confinamiento o el cambio de modelo educativo que incluya un escenario de teletrabajo, requerirá de normativa que regule las condiciones laborales de esta modalidad de trabajo.
- Plan tutorial para la actividad lectiva a distancia
Ha habido un porcentaje significativo del alumnado que, por diferentes causas, no ha seguido la actividad lectiva a distancia que se ha desarrollado desde marzo, con la entrada en vigor del estado de alarma. Por ello conviene abordar de manera específica el desarrollo de una actividad tutorial orientada hacia la atención a la diversidad y la enseñanza personalizada.
- Plan específico de refuerzo de las plantillas
Para atender las necesidades que se van a plantear en los centros educativos el próximo curso habrá que llevar a cabo un incremento notable de las plantillas de trabajadoras y trabajadores:
- Del personal de administración y servicios, necesarios para la limpieza y desinfección, medidas de protección y de seguridad, tareas burocráticas, etc.
- Del personal docente y de apoyo educativo, para atender las exigencias derivadas de la atención a la diversidad, de las carencias y los desfases curriculares, etc., especialmente en los equipos de orientación y las tutorías.