Desde USTEA apoyamos la iniciativa de la comunidad educativa del Colegio Público Rural (CPR) Alpujarra (Bérchules) de hacer una concentración frente a las puertas de Delegación de Granada a las 12:00 horas del día martes 1 de octubre, y nos unimos al llamamiento que hacen a todos los CPRs de la provincia para que acudan a dicha movilización y para que inicien acciones que denuncien la alarmante situación que se está viviendo en las zonas rurales debido a la política de recortes, algunos de ellos ilegales, que está llevando a cabo la Consejería que regenta Ciudadanos. 

    Las familias de varios CPRs de la Alpujarra iniciaron una huelga el pasado día 17 de septiembre y desde entonces no hay niños ni niñas en los coles de Bérchules, Juviles, Alcútar, Torvizcón y Almegíjar. La novedad de la convocatoria del martes 1 de octubre radica en que ahora es el profesorado del CPR Alpujarra quien se suma a la movilización con una huelga laboral convocada por USTEA Granada. 

Los motivos de la huelga son los siguientes:

– Ratios ilegales. Muchos de los CPRs han perdido este año una o varias unidades. Por ejemplo, el CPR Alpujarra ha perdido dos unidades y con ellas tres docentes. Esto puede explicarse con las fluctuaciones en el número de alumnos/as de las zonas rurales, pero lo que no puede explicarse es el hecho de que se supriman unidades mientras que el resto quedan saturadas, incluso por encima del límite legal. Así, en aulas que agrupan alumnado de distinto ciclo, nos encontramos a más de 12 alumnos/as desde inicio de curso, que es el límite legal máximo. Y en aquellas aulas agrupadas que tienen alumnado del mismo ciclo también desde inicio de curso nos las encontramos por encima del límite legal de 15.

– Falta de personal. Suprimir unidades significa suprimir personal. A ello hay que sumar que en CPRs de compensatoria como el Sánchez Velayos de Ugíjar se ha perdido el personal de apoyo, aún sin perder unidades. Este hecho es mucho más dramático cuando a las aulas multinivel típicas de muchos colegios rurales les sumamos el nivel propio del alumnado con necesidades educativas.

– Pérdida de calidad. Otro caso característico de los CPRs es la existencia de distintas sedes. Si a esto le sumamos el aumento en la plantilla de personal especialista y la escasez de personal en general, nos encontramos que hay un aumento de la plantilla que itinera y una disminución de las horas en las que un docente de referencia da clases a un mismo grupo. Este hecho hace que en el CPR Alpujarra en la sede de Juviles, el personal tenga que itinerar tantas veces que el alumnado, cuyos niveles van desde infantil hasta 6º de primaria, no tenga un maestro o maestra de referencia y que incluso materias como lengua o matemáticas tengan que ser compartidas entre dos docentes.

Es por todos estos motivos por los que hacemos un llamamiento a toda la comunidad educativa de los CPRs para que acuda a la movilización y para a partir de ahí articular una respuesta que ponga fin a esta lamentable situación. 

También queremos señalar que desde USTEA no dudaremos en llegar a la vía penal si fuese necesario ante cualquier prueba de represión que pudiera darse en este contexto de movilización y pediremos responsabilidades a quien sobrepase los límites de su labor con fines represivos. 

Es preciso decir aquí que el partido que regenta la Consejería comenzó la precampaña electoral en una zona rural, diciendo que “La España vaciada es un asunto de estado”. A Antonio Jesús Castillo,  Imbroda y a los de Albert Rivera en general habrá que decirles que la España vaciada y las zonas rurales no se defienden haciendo allí ruedas de prensa y brindis al sol, sino potenciando y mimando los servicios locales que hacen que dichas zonas se mantengan vivas, que es justo lo contrario de lo que están llevando a cabo.