Con motivo del Día Internacional de la Discapacidad / Diversidad Funcional, USTEA quiere reafirmar su compromiso con la defensa de una educación pública inclusiva, accesible, comunitaria y garante de derechos, basada en un modelo social de la diversidad que rechaza cualquier forma de discriminación, segregación o exclusión del alumnado.

La educación inclusiva no es un eslogan: es una obligación legal y ética recogida en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en la LOE/LOMLOE (artículos 71 a 79 bis sobre atención a la diversidad y necesidades específicas de apoyo educativo) y en la Ley 17/2007 de Educación de Andalucía, que mandata a la Junta de Andalucía a garantizar los recursos necesarios para que todo el alumnado pueda participar plenamente en la vida escolar.

La realidad andaluza: inclusión sin recursos no es inclusión

A pesar de los avances normativos, la situación actual en Andalucía dista mucho de lo que debería ser una escuela inclusiva de verdad. La falta de recursos y de personal especializado —PT, AL, monitores/as de educación especial, personal técnico de integración social, orientadores/as— se traduce en:

• Ratios imposibles para una atención individualizada real.
• Aulas específicas saturadas y recursos itinerantes claramente insuficientes.
• Centros sin adaptación de espacios ni materiales accesibles.
• Profesorado agotado por la sobrecarga burocrática que impide dedicar tiempo real a la atención educativa.
• Familias que tienen que luchar constantemente por derechos ya reconocidos.

Este abandono institucional choca frontalmente con el derecho del alumnado a una escolarización inclusiva con apoyo adecuado, y reproduce desigualdades sociales que deberían ser corregidas desde la propia escuela pública.

Por un modelo comunitario y respetuoso con la diversidad

Desde USTEA defendemos una educación que abrace todas las diversidades —funcionales, cognitivas, sensoriales, emocionales, culturales— no desde la tolerancia, sino desde el derecho a participar plenamente en la vida del centro. Esto implica:

• Bajar ratios y garantizar tiempos de atención real.
• Aumentar de forma estable el personal de apoyo especializado, sin recurrir a figuras precarias o temporales.
• Formación permanente para el profesorado en enfoques inclusivos y de apoyo conductual positivo.
• Participación activa de las familias en todas las decisiones educativas que afecten a sus hijos e hijas.
• Accesibilidad universal en infraestructuras, comunicación y aprendizaje.
• Eliminación de prácticas segregadoras, tanto dentro de los centros como mediante la derivación injustificada a modalidades o recursos específicos cuando existen alternativas inclusivas posibles.

La inclusión es una lucha colectiva

USTEA recuerda que la defensa de la diversidad funcional es inseparable de la defensa de la escuela pública. La inclusión genuina solo puede darse en un sistema educativo que sea universal, gratuito, democrático y dotado de recursos suficientes.

Este 3 de diciembre, levantamos la voz junto a familias, alumnado, personal educativo y movimientos sociales para exigir a la Junta de Andalucía:

• Una financiación suficiente y estable para la atención a la diversidad.
• Plantillas estructurales reforzadas en todos los centros públicos.
• Cumplimiento efectivo de la normativa estatal e internacional.
• El derecho de cada niña y niño a aprender en comunidad, sin barreras, sin exclusiones y sin excusas.