Desde USTEA, en este 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica, alzamos la voz para denunciar la lesbofobia estructural y cotidiana que sigue presente en nuestras aulas, nuestros centros y en nuestra sociedad. Lo hacemos porque la invisibilidad también es violencia y porque los discursos de odio, cada vez más presentes en espacios institucionales y mediáticos, tienen consecuencias reales sobre las vidas de nuestras compañeras, alumnas y vecinas.
Ser lesbiana no debería ser motivo de riesgo, de silencio, de estigmatización o de burla. Y sin embargo, en demasiados centros educativos se sigue reprimiendo cualquier expresión que se salga de la norma heterosexual y de los rígidos estereotipos de género.
Desde USTEA reivindicamos una educación pública que no reproduzca modelos de familia, identidad o afectividad excluyentes, sino que los cuestione, los amplíe y los transforme. Sabemos que el machismo y la lesbofobia van de la mano cuando a las mujeres se les exige ajustarse a un ideal femenino heterosexual, sumiso y disponible para los hombres.
Por eso, visibilizar a las lesbianas en las aulas es también una herramienta para romper con los estereotipos de género, para abrir espacios de libertad, para reconocer la diversidad de cuerpos, deseos y formas de vida. No hablamos solo de orientación sexual, hablamos de poder vivir sin miedo, sin esconderse, sin etiquetas impuestas.
Desde USTEA exigimos:
- La implementación real de los protocolos contra la LGTBIfobia en todos los centros educativos.
- Formación en diversidad sexual, de género y familiar para toda la comunidad educativa.
- Recursos, materiales y espacios donde el alumnado pueda expresarse libremente, sin temor a ser señalado o castigado por salirse de la norma.
Además, recordamos que educar en diversidad LGTBIQ+ no es una opción, es una obligación legal. En nuestra web está disponible un recurso online con toda la normativa internacional, estatal y autonómica que lo respalda, útil tanto para la defensa de derechos como para la intervención en los centros educativos. Animamos a toda la comunidad educativa a consultarlo y hacerlo valer.
Este 26 de abril no se trata de celebrar lo que ya está conseguido, sino de seguir peleando contra las múltiples formas de opresión que ejercen el heteropatriarcado y la heteronorma. Porque no se puede educar desde el miedo ni desde la vergüenza. La educación pública tiene que ser espacio de libertad, dignidad y lucha colectiva.
USTEA, por una escuela pública inclusiva, libre y orgullosa.
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