El nuevo gobierno andaluz se dice sorprendido ante la “barrera infranqueable” del 1,5% de déficit para Andalucía y ante las imposiciones de Bruselas.
Tanto el presupuesto de la Junta para 2012, como los recortes de Bruselas eran de sobra conocidos por los partidos miembros del actual gobierno andaluz; por tanto, la sorpresa sólo puede ser fingida.
El gobierno andaluz falta a lo prometido por los dos partidos que lo configuran –PSOE e IU- , tanto en campaña electoral como en el proceso negociador para formar gobierno. Para justificar la ruptura del pacto implícito hecho a la ciudadanía – explícito en el caso de IU, con acta notarial incluida- se recurre al “imperativo legal”, derivando así su responsabilidad hacia el gobierno central.
El nuevo gobierno andaluz induce a error a la ciudadanía cuando dice que con las nuevas “medidas” se evitará el despido de empleados públicos. Pretende que la ciudadanía ignore que los interinos e interinas son empleados públicos.
Se pretende, igualmente, ocultar a la ciudadanía el hecho de que nuestro “esfuerzo y solidaridad” supone hacer que los efectos de la crisis sigan asumiéndose de forma injusta y desproporcionada por las empleadas y empleados públicos, a los que se responsabiliza, de no aceptar el aumento de jornada laboral y la reducción del sueldo, de los posibles despidos. Afirmar además que nuestro sacrificio provocará 12.000 contrataciones de parad@s de larga duración es alentador, pero nos gustaría saber cómo se va a controlar que eso ocurre y qué pasará si, finalmente, como nos tememos, no ocurriera.
Pues bien, USTEA recuerda al nuevo gobierno andaluz que fingir sorpresa, faltar a lo pactado e inducir a error son sinónimos de MENTIR.
USTEA declara su firme propósito de no aceptar esta política de hechos consumados, por lo que procurará concienciar a la ciudadanía y la animará a tomar las medidas necesarias. Rechazamos las manipulaciones informativas.
Exigimos transparencia y veracidad. Seguiremos defendiendo un modo realmente justo y solidario de hacer política, que no es precisamente el que plantea el nuevo gobierno andaluz.
En Andalucía, a 16 de mayo de 2012