El curso escolar ha comenzado en Andalucía con un enorme malestar entre el profesorado, provocado por la confusión en torno al horario docente y por la falta de seriedad de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional.
Desde el 1 de septiembre, las informaciones contradictorias sobre el supuesto “acuerdo histórico” firmado en julio entre la Consejería y algunos sindicatos han inundado los claustros. Pero ese acuerdo no es más que una declaración de intenciones, sin desarrollo normativo ni respaldo legal que permita su aplicación.
El 5 de septiembre, la Consejería lanzó unas instrucciones improvisadas, que no solo no resolvieron la confusión, sino que profundizaron en el caos organizativo. Dichas instrucciones chocan con la normativa vigente y vulneran la autonomía pedagógica y de gestión de los centros educativos, reconocida por la Ley Orgánica de Educación (LOE/LOMLOE) y la Ley de Educación de Andalucía (LEA).
❌ Un acuerdo vacío y contradictorio
El acuerdo presentado como “histórico” no reduce realmente el horario lectivo.
En Secundaria y Bachillerato, todo sigue igual.
En Infantil y Primaria, la reducción anunciada de 25 a 23,5 horas lectivas se pretende lograr sin aumentar plantillas, a base de rotaciones en la vigilancia de recreos.
Una medida inaplicable en la mayoría de los centros, especialmente en los rurales, de adultos o residencias escolares.
La Consejería tampoco ha previsto cómo gestionar días de lluvia, bajas o ausencias, lo que demuestra la improvisación y falta de planificación de este acuerdo.
💻 Teletrabajo: retroceso y sobrecarga
Como no se ha reducido el horario lectivo, el Gobierno andaluz vende ahora la “reducción del horario no lectivo” mediante trabajo telemático. Pero el teletrabajo ya se venía aplicando desde la pandemia, sin mejorar las condiciones laborales del profesorado.
La imposición de tutorías telemáticas o reuniones virtuales, sin medios ni garantías, ha generado rechazo entre familias, docentes y equipos directivos. Además, obligar a organizar los horarios para colocar estas tareas al principio o final de la jornada supedita los criterios pedagógicos a la burocracia administrativa, creando desigualdades entre centros.
📉 Ni bajada de ratios ni refuerzo real de plantillas
El acuerdo tampoco aborda la reducción de ratios, una de las principales reivindicaciones de la comunidad educativa.
En Infantil, promete una bajada de tres alumnos por aula en cuatro años; en Primaria, solo refuerzos temporales.
En Secundaria, Bachillerato, FP y enseñanzas de régimen especial: nada.
Tampoco hay compromisos sobre atención a la diversidad, orientación educativa, PT o AL, ni mejora de condiciones para docentes itinerantes o compartidos.
Las referencias a “Educación Especial” son vagas y revelan una visión restringida y no inclusiva de la educación.
⚠️ Las Zonas con Necesidades de Transformación Social (ZTS): una coartada
El acuerdo se apoya en la futura creación del Decreto de Zonas con Necesidades de Transformación Social (ZTS), aún en elaboración.
Este programa, financiado con fondos europeos temporales, sustituye el refuerzo estructural de plantillas por contrataciones precarias y dependientes de financiación externa, solo garantizada hasta 2027.
Este modelo pone en riesgo la estabilidad del profesorado y debilita la red pública, al convertir los apoyos educativos en programas coyunturales en lugar de derechos permanentes.
🏫 La realidad: más recortes y menos aulas públicas
El supuesto “aumento de personal docente” es una ficción estadística.
Este curso, Andalucía cuenta con 500 clases públicas menos.
Desde la llegada de Moreno Bonilla al gobierno, se han suprimido más de 3.000 aulas.
En FP, cientos de jóvenes se han quedado sin plaza —un 18 % de quienes la solicitaron—, según datos de la propia Consejería.
Mientras tanto, miles de interinos e interinas han quedado fuera tras los procesos de “estabilización”, y los claustros continúan sosteniendo el sistema a base de voluntarismo y sobrecarga.
📢 Frente a los recortes: más recursos y más plantillas
Desde el sindicalismo educativo rechazamos rotundamente este acuerdo vacío y exigimos:
✅ Reducción real de las ratios en todas las etapas educativas.
✅ Incremento estructural de las plantillas docentes y de apoyo.
✅ Reducción efectiva del horario lectivo y mejora de las condiciones laborales.
✅ Estabilidad para el profesorado interino.
✅ Financiación suficiente y estable para la escuela pública andaluza.
✊ La educación pública andaluza no necesita propaganda, sino compromiso
La escuela pública no puede sostenerse sobre acuerdos engañosos ni sobre fondos temporales.
Defender la educación pública es exigir recursos, estabilidad y respeto al trabajo docente.
Sin plantillas, sin inversión y sin autonomía pedagógica, no hay calidad educativa posible.
Por una educación pública andaluza digna, inclusiva y con recursos estructurales.



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